Más que una tienda, parece un almacén, ya que tienen infinidad de sofás expuestos, en los que te puedes sentar e ir probando cual es el que te resulta más cómodo. El trato es amable, y te dejan mirar a tu aire hasta que les necesitas, cosa que es de agradecer. Trabajan rápido y bien. Te llevan el sofá en un par de semanas sin coste adicional, y si tienes que retirar el viejo se lo llevan sin cobrarte de más. Los precios no están mal. Sobre todo cuando hacen promociones y grandes descuentos. Se aparca muy bien.