Esta escultura de una figura mitad hombre, mitad pez, mitad tierra y mitad mar no estaba exenta de críticas cuando se instaló en a Porta do Sol(La Puerta del Sol) en 1991 pero a lo largo del tiempo se ha convertido en símbolo indiscutible de la ciudad de Vigo. Junto con La Farola de Urzáiz, es uno de los puntos de encuentro más populares entre los vigueses. Al principio no me gustó para nada pero es verdad que le vas cogiendo hasta cariño. jaja