El local es súper bonito, muy bien decorado y muy limpio. La carta variada y precio normal, ni caro ni barato. Tienen menú del día entre semana a 10,50 €. La comida esta muy bien presentada y es muy atractiva a la vista, aunque la calidad y el sabor no siempre acompañan de la misma manera. La pega mas grande, la camarera, bastante desagradable en sus caras y gestos aunque procura ser correcta, quizá no tenía un buen día. Yo no se si volveré por ese motivo ya que me hizo sentir incómoda. En resumen, no disfruté del todo de la experiencia, quizá en una segunda visita mejore mi opinión.