Han sido tres las experiencias que he tenido en este sitio. Distintas, las tres. Dos de ellas han sido celebraciones familiares. Y la tercera, simplemente tomar una caña como aperitivo. Decir que el sitio es amplio. La entrada es más para aperitivos y las mesitas que tiene para tapear. Al fondo tiene como un salón cubierto, a modo de especie de terraza con mesas más indicadas para comer. Y en la parte de abajo tiene más un espacio para reservar para pequeñas celebraciones(aprox 20 –25 personas máximo). Esta parte de abajo es muy cómoda, ya que estás alejado de todo ruido. Al haber tenido dos experiencias en celebraciones, la primera fue la buena(y la que nos hizo repetir) y la segunda fue la que resultó ser muy mejorable. Entre la primera y la segunda hubo, como mucho, dos años de diferencia. ¿Qué fue lo que cambió de la primera a la segunda vez? Fundamentalmente, el trato recibido. Y secundariamente, la calidad y el tamaño de los entrantes. La primera vez con toda la comodidad de esa parte de abajo del restaurante, el trato fue amigable, atento y considerado. Tras todo lo que pedimos invitaron a quienes quisieron a una copa. Las raciones eran de calidad(estilo jamón, setas rebozadas, tomate con ventresca,…) y la carne(entrecot, chuletillas de cordero, etc.) y el pescado(lubina, dorada, merluza,…) exquisita. Se notaba que, aparte del buen trato, tenían buen género. Es un sitio que no es barato, pero con todo eso, mereció la pena la celebración allí. Hasta hace no mucho este local era prácticamente el único sitio para«comer bien» en este municipio. Afortunadamente ya no es así y hay otros sitios que resultan muy interesantes tanto para comer como para celebrar acontecimientos. Esta experiencia nos hizo volver. Otra celebración, mismo salón, pero recibimos mucho peor trato y la calidad, sobre todo, de los entrantes, bastante peor. Los precios habían subido algo y la calidad empeorado. Entrantes mucho menos cuidados, más grasos, y con tamaño empequeñecido. Sí señalar que las carnes y pescados seguían siendo de muy buena calidad. Tras toda la comida que hicimos mi señor padre, aventurado él y recordando el trato de la vez anterior, solicitó de buenas maneras esa invitación al chupito o copa. La conversación con el dueño o responsable del local acabó poco más o menos con que«él invitaba a quién le daba la gana y cuando quería». Quizá mi padre resultó ser demasiado atrevido,… aunque creo que tampoco es normal, teniendo en cuenta que tienes una gran mesa que ha consumido bastante, «encararte» así con un cliente que, sin duda, puede o no volver y lo que puede resultar más interesante, puede hablar bien o mal de tí al resto. Me pareció una manera de lo más «tonta» de perder tantos clientes a la vez. Quizá el señor tenía un mal día(que podemos tener todos,…) pero vamos, desde ese momento ninguno de todos los que fuimos, hemos vuelto por este lugar. Por esto le pongo un 2, pese a que la calidad, en general(y hablando de la comida), es buena Y la experiencia de la caña fue entre medias. Para tomar una caña es un sitio agradable. Te ponen tu aperitivo y se está bien. Si se junta mucha gente suele formarse bastante ruido, pero vamos, lo normal.