Gracias al creador, a mis padres, a mi tía-abuela Lola y a las monjas del colegio, no estoy exento de capacidades artísticas. En mi caso la rama en la que destaco es la música, y lo compenso con una total ausencia de talento para las artes plásticas y por ende cualquier cosa que tenga que ver con la decoración de interiores o exteriores. Por todo ello es un auténtico alivio contar cerca de casa con un taller de enmarcación como Adimur, un establecimiento amplio donde no sólo cuentan con un amplísimo catálogo de marcos de todos los estilos, grosores, tamaños y materiales, sino que además(de sobra lo que más valoro) cuentan con una intuición y talento únicos para recomendar al cliente indeciso(yo) la mejor solución para la lámina que desea enmarcar. Debo reconocer que incluso en ocasiones he comprado láminas sólo porque sé que luego ellos le van a dar ese toque definitivo para que quede en casa como sueño y no sé explicar.