Abierto desde 1992 sin duda en un clásico entre los bares de rock y heavy del país vasco. Los que llevamos años yendo, el bar nos ha visto crecer y sus camareros son parte de la familia. Chupitos muy ricos, cerveza barata y copas a buen precio. Muy recomendable el destornillador hecho con zumo de naranja exprimido al momento. Ambiente super familiar, música alta, juerga asegurada y gente, sobre todo muy buena gente entre sus clientes. Metal de todas clases, incluso a veces se atreven un poco con el death metal(no esperéis cosas muy extremas porque no las encontraréis, nada de black, grind ni cosas así). A destacar que los baños suelen estar MUY limpios, sobre todo para ser un bar de copas.