Me encantan las bodegas de los pueblos. Ésas en las que te dejan probar casi todos los productos antes de decidirte, aunque para ello, como en este caso, tengas que serpentear entre guiris desatados para conseguir llegar al porrón de vino o mistela. ¡¡Pero valió la pena! No sólo porque estaba deliciosa, sino porque… ¡¡por fin he encontrado la mistela tinta que llevo buscando tanto tiempo! Sí, como leéis: MISTELANEGRA. La probé hace años en la Feria de vinos y licores del cauce del río, pero no la encontraba por ninguna parte. Y ahora nos hemos hecho con una botella de 5 litros que sin duda vamos a disfrutar de lo lindo. Además nos dieron a probar varios vinos, un tinto de los cuales nos cautivó, y decidimos comprar también en envase tamaño familiar. La bodega es bastante amplia, con una parte donde tienen las botellas de cristal y en la otra, donde puedes ver los toneles desde donde rellenan los porrones y donde se encuentran las botellas de plástico en varios formatos(mucho más económicas). Está justo en frente de donde ponen el amplio mercadillo de antigüedades(entre otras muchas tiendas). Pero ya aviso, ahora con este tiempo, los fines de semana esta zona muere del éxito.