Situado en la plaza San Francisco, el establecimiento pertenece ya al «libro de los clásicos» del barrio y la ciudad. Guarda fama por su codillo y su selección de frankfurt, pero también hay que reseñar que son de la vieja escuela: servicio con elegancia y distinción, de aquella que de vez en cuando gusta recibir. Llegamos a ultimísima hora a comer, y cierto es que nos atendieron sin opción(tampoco lo pretendíamos, aunque alguna opción más seguro que había dentro de sus cámaras frigoríficas) y por lo menos apreciamos lo degustado. Lo mejor, poder continuar la conversación con los amigos mientras terminábamos el vino de la comida en su terraza exterior
Mario L.
Rating des Ortes: 4 Zaragoza
Si lo que quieres es que te sirvan como a un señor, que te pongan unos vinos excelentes y que la comida sea buena, este es tu sitio. Camareros de la vieja guardia, profesionales, como debe de ser. De esos sitios que te sientes el rey de la casa por como te están tratando. Aunque tiene un corte de cervecería alemana, mírate bien la carta, encontrarás platos de todo tipo. Las cervezas las tiran muy bien, por supuesto. Un clásico de Zaragoza.
Patricia A.
Rating des Ortes: 4 Zaragoza
En la Plaza San Francisco se encuentra Beerland, aunque es más conocida por la «Cervecería Alemana» y es que si eres fan de la cerveza, este es tu lugar; y si te gusta la buena comida también. Me encanta tomar alguna cerveza, de la gran variedad que tienen, acompañada de sus famosas patatas Beerland, con tres salsas; son una opción perfecta para mitad de tarde, si hace buen tiempo en la terraza, y si no en el interior, aunque no es muy grande puedes disfrutar de un espacio acogedor y buen servicio por parte de los camareros. Otra de las especialidades y que no he probado en otro lugar son los mejillones al vapor con cerveza belga, un sabor único y diferente, recién hechos y presentados en una olla antigua, combinan de maravilla con cualquier bebida o como plato central para acompañar cualquiera de los otros platos de la carta. Tienen una variedad de platos de carne, algún pescado, bocadillos, tostadas… y todos están muy bien presentados y preparados. Los chipirones con pimiento, el pato… difícil decidirse solo por uno, hay para todos los gustos. Los postres también merecen una especial mención. Tienen unos cuantos que son caseros, y se nota, pero también hay otros buenísimos y que son ideales para culminar una suculenta comida, ahora sí, después hay pagarlo si te has decidido por una comida a la carta, no es muy barato, pero es de buena calidad, y eso compensa. Si la ocasión lo merece, vale la pena.