Cafe Viryin

Lo que era un bar de copas/​karaōke se ha convertido en un mexicano batallero donde la relación precio/​cantidad es muy buena. De hecho prácticamente no han cambiado ni la estetica ni la decoracion incluso mantiene el escenario.
La calidad es mas justita, como he comentado aquí lo que prima es que te vayas con una tripada a casa. Por 6,75 te ponen un brazo de chicano que ellos llaman burrito XXL. Con hambre seguro que no te vas aunque no creo que recuerdes mucho su sabor una vez que hayas superado el hinchazón de estomago.
La carta llena de tópicos: quesadillas, tacos y burritos. Nada sorprendente. Me comentaron que el dueño era mexicano y que había formado a la cocinera, pero mi impresión es que ni por técnicas ni por ingredientes ves nada diferente respecto a cualquiera jugando a ser manito. No resulta muy picante y supone un serio problema poder comer bien el burrito sin destrozarlo, la masa se reblandece mucho por estar demasiado lleno.
No emociona, pero llena.

Me encanta, es amplio, los camareros muy majos, la comida genial, tiene Karaōke, pantalla gigante que más se puede pedir.
Es de los pocos locales que se puede pagar con Bitcoin.