Era la primera vez que entraba a este sitio, y mi primera impresión es que están super preparados para dar desayunos y almuerzos de media mañana ya que su situación frente al hospital clínico, universidad y escuela de idioma demandaran sus servicios si o si. El local es amplio y tiene una larga barra llena de tapas y minis sin olvidar la zona de repostería «básica», croasanes y churros nada más. El servicio es ágil y rápido, ya que es un continuo entrar y salir de gente, por lo que están la mar de acostumbrados. En cuanto al precio, la verdad que no me ha resultado nada barato, por lo que volvería a acudir en caso de urgencia. Ya que los bares de alrededor tienen ofertas de desayuno más aceptables. Para destacar, diré que en sus pareces había una exposición de laminas, estilo pop art de un artista novel, quien además aprovechaba para venderlas.