En donde antes hubo una tetería que cerró tras la ley antitabaco porque no se podía fumar cachimba, ahora ha abierto un bar-restaurante aragonés 100%. Hay platos y postres muy originales, con productos de la tierra aragonesa y la verdad es que son deliciosos. También bebidas de calidad que hacen que unas buenas migas o un ‘huevo aragonés’ sepan mucho mejor. El ambiente es muy agradable, y con un servicio muy agradable, muy simpático y con el que enseguida coges confianza. Si fuera un pelín más barato, un lugar perfecto!