No quiero dar mala opinión del Bar, pero es que no cuida para nada la imagen que transmite. A priori no apetece mucho entrar en el bar, más parece un lugar al que nos negaríamos a entrar Pero luego te quitas los prejuicios y tomas contacto con los dueños, ves como te preparan sus cafés y la opinión cambia. Los pinchos, esas tortillas de patatas, el café, las brochetas ¡Todo está bueno! y no es caro. Es curioso lo que puede transmitirnos el exterior de un bar haciéndote perder lo que en el interior puedes descubrir(como en las personas) ;-P Lo cierto es que si no queda otra opción yo voy al sitio. Pero siempre prefiero otros lugares cercanos para desayunar o un café