Nuevo restaurante aragonés. Local muy amplio. Tiene buenas intenciones. La comida es correcta, pero con contradicciones. Les falta profesionalidad ya que ofrecen un menú poco claro, y la atención es un poco tensa. Lo que se anuncia a la entrada en carteles no aparece siempre en el menú. Hacen cosas absurdas como no dejarte elegir la mesa para sentarte estando el comedor vacío, diciendo que están reservadas.