Llegué a este lugar por recomendación de amigos que viven en la ciudad, porque es bastante desconocido. De hecho es el restaurant del hotel Villa Sofía que queda sobre Pioneros, este está a la vuelta sobre Campichuelo. Lo atiende una familia por lo que se van a encontrar con un lugar cálido, atendido por ellos mismos, agradable para estar, no muy ruidoso ya que no es céntrico ni famoso. La carta tiene algunos platos típicos con trucha y salmón que salen frescos y son sabrosos. No son exageradamente abundantes pero para una persona está bien. La relación precio calidad es buena. Hay carta de vinos con algunos locales y se puede pedir copa. El pan es rico! Y fresco. Si estás hospedado en el hotel lo podés cargar a la habitación y si no se paga en efectivo. Si está lindo se puede comer afuera con una linda vista, adentro igual no está mal. Hay estacionamiento. Una buena recomendación para comer algo en un lugar no tan ruidoso y con atención personalizada.