This is a small place, located a bit far from many of the most touristy places in Buenos Aires. The kind of food you can expect are classic meats from Spain, like raw ham, sausage, bologna, etc. It also has an extensive variety of cheese, as well as an insurmountable number of different wines. If you are in a hurry, the place has sandwiches on the go. Beware that you might want to carry some cash on you, since the place does not accept credit cards.
María Victoria B.
Rating des Ortes: 5 Buenos Aires, Argentina
Este maravilloso lugar se llama así sencillamente: Almacen y Bar. No hace falta saber nada más. Esta ubicado en una construcción viejísima y hermosa en Constitución. Según el mozo, el almacen, en el cual sólo se venden fiambres, quesos, gaseosas, vinos y champagne, está desde 1870. La familia que es dueña lo posee desde 1952. La familia dueña es una de las características más notables de este restaurante: son japoneses. La mejor picada de la ciudad se come en un almacen de dueños japoneses. Las primeras veces que fui atendía Kochi, un japonés pequeñito y de aspecto milenario que te explicaba paso a paso qué era lo que estabas comiendo y hacía hincapié en que el queso parmesano era«el preferido del General Charles de Gaulle». Kochi murió hace más o menos 2 años pero su mujer y su hija siguen al frente. Básicamente en Almacen y Bar pueden comer picadas y sánguches. Y nada más ¡Pero qué picadas! Desde ya les adelanto que es caro(calculen $ 200 por persona) pero vale cada peso. Yo fui con mi novio y comimos la picada para dos que trae 10 variedades de quesos(ementhal, roquefort, provolone, carcarañá, americano, no recuerdo cuales más) e igual variedad de fiambres como jamón crudo, mortadela, salames y bondiola. Es todo un espectáculo, fresco y riquísimo y preparado con mucho amor y dedicación. Mi novio de vez en cuando sonreía y cerraba los ojos mientras masticaba con cara de éxtasis. El local es fantástico. Antiguo y bien mantenido. Pequeño y acogedor con una decoración impecable que de ninguna manera es planeada. No me extrañaría si fuera la misma desde 1952. La vajilla es preciosa, los muebles, todo es perfecto. La atención es muy buena y atenta. Hay sólo un mozo que es suficiente para el salón. Al lado del salón funciona el almacen que desborda de botellas de vinos buenísimos y ahí pueden comprar para llevar los mismos fiambres que sirven en la picada. Lo único que es medio polémico es el barrio. Está en una esquina oscura de Constitución(Solis y Cochabamba). En general no pasa nada, pero no es Palermo. Pero eso es lo mejor que tiene: no es Palermo.