Napoli

Lo bueno de vivir en el barrio es hacerse una escapadita a Napoli. Desde afuera el pequeño local pasa casi desapercibido, pero adentro encontrás helado super artesanal, hasta se ven las máquinas en el fondo.
Los chocolates son todos riquisimos pero el premio se lo lleva el chocolate con pasas. Muy recomendable también el de maracuyá.
Tienen delivery (no sé bien hasta cuantas cuadras a la redonda) y el ¼ kg vale $ 40

Para quién gusta de salir a tomar helado existe un solo tipo y es el artesanal. Y si es helado artesanal en un local estacionado en el tiempo, tanto mejor.
La Heladería Nápoli fue fundada en 1966 por la familia Saladino, época complicada según ellos mismos para abrirse paso en el rubro por la competencia con helados «que nada tenían de artesanal», según ellos mismos. Costó mucho trabajo, pero fueron modificando las recetas hasta conseguir el producto que deseaban. Comenzaron vendiendo los gustos tradicionales crema americana, chocolate, vainilla y dulce de leche. Con los años fueron agregando los frutales, que para mi gusto son su especialidad: frutilla, ananá, durazno, naranja, limón y manzana.
La decoración es típica de este tipo de heladerías: azulejos verdes, mostrador largo de estaño, vidriera detrás con los vasitos formando una pirámide, el infaltable bebedero con agua a temperaturas antárticas. Un acierto los dos bancos de plaza en la puerta para sentarse e interrumpir el arduo trajinar de la avenida donde se sitúa.
Un clásico de San Cristóbal que deben visitar antes de que cumpla sus bodas de oro.