Nonna Bianca

Las veces que fui a la NOnna fue por lugar de encuentro y no por elección, pero no defrauda. los helados son aceptables y las opciones de café con helado y batidos también. Los café no matan pero en Buenos Aires es difícil encontrar buen café lejos de las cafeterías de especialidad. Creería que le falta una buena atención ya que se encuentra en un lugar del barrio de mucha circulación de turistas y ellos no vuelven, pero para los del barrio seria lindo poder sentir que se va también por la atención. De todas formas sigue siendo una buena opción.

Es mas que nada para ir a probar gustos raros que no encontrás en otros lugares. Yo probé el de cerveza y tenía bastante sabor, pensé que sería pura sarasa. Los precios son promedio pero tirando a caros y la atención del heladero fue malísima, tenía cero onda y no sabía de qué estaban hechos algunos gustos.

toda la variedad de sabores que tienen es muy buena, pero aveces les hace falta paciencia para explicar algunos de ellos y para atender a varios clientes al mismo tiempo, mi recomendacion es ser muy pacientes cualdo el lugar esta a full, pero la paciencia valdra la pena

Una heladería tradicional que le hace batalla a las cadenas en la zona con un local grande y muy rústica. Los helados son ricos, más no increibles. Su punto fuerte es que también venden cervezas y que tienen helados con sabores no tradicionales. Igual vale la pena que le echen un vistazo.

De afuera no dice mucho, es una heladería artesanal que se diferencia bastante de Freddo que es la otra que queda por la zona. Tienen gustos muy atípicos como el que fotografié, de «mate cocido» que no tuve el placer de probarlo, fui a lo seguro, a lo que sabia que me iba a gustar. De precios están muy bien y el local no es muy extravagante. Es ideal para ir con amigos, ya que tenes varias opciones donde disfrutar tu pedido, en mesas y bancos de madera, o en puff en un lugar mas alejado. Ademas, como vienen haciendo varios de estos negocios, también podes contar con servicio de cafetería, muffins y cosas dulces pero no frías para comer.

La Nonn Bianca posee esa cualidad de ser una heladeria de las de antes. Es decir no es de las cadenas monopolicas que se multiplican por doquier. Es una heladeria de barrio con una gran diferencia… la cantidad unica de helados de sabores raros e impensables…
Si bien la Nonna es la misma que antiende detras de caja… ella solo te toma el pedido y cancelas, luego pasas al mostrador de helados donde te atienden muy bien.
La Nonna es tambien una especie de cafeteria, servicio de mate y de mas… los precios son modicos, el trato es agradable, la calidad de los helados es buena…
Regresar… siempre se regresa donde la Nonna…

Argentinean ice cream is like a hybrid between gelato and American-​style ice cream. Craving it at midnight brought me to Nonna Bianca. Freddo and Persicco are both steps away, but sadly closed by then. Nonna Bianca offers a less sleek, less corporate feel than either of those two favorite chains… but also more mediocre helado.
— Super Dulce de Leche was tasty, but lacked a strong caramel flavor.
— Yerba mate («Mate Cocido a la Crema») was unique and delicious, but texture was very grainy.
— Limon al Pisco was intensely sour, for those who have been disappointed in other sorbet shops’ limons.
— Raspberry («Frambuesa a la Crema») tasted like bubble bath. The color matched, too. Blegh.
For all the flavors we tried, the helado was a bit too soft, and neither dense nor smooth enough. On the plus side, the cones weren’t stale. Tons of sizes with only an incremental increase in price means that getting a bigger portion is a wiser choice.
The man at the register did not look up once when spoken to, was actively rude, and behaved like an indifferent business owner who doesn’t care about his product or customers at all. Is this par for the course for Buenos Aires helado shops?
Worth a visit? The helado might address an insatiable craving when no other options exist. But because of the cranky staffmember, whoever he was, it’s just a no.

Hace un par de años, cuando San Telmo empezó a florecer, pero antes de que se palermizara del todo, hubo algunos precursores que tuvieron la visión de hacerse de un local y generar un nombre antes que las mega cadenas destruyeran cualquier tipo de color local. Uno de esos locales fue la heladería Nonna Bianca. Funcionando durante bastante tiempo como una alternativa a Sumo (
), ahora tiene que pelear contra un local de Freddo que le abrieron en frente. Pero el arma secreta de Nonna Bianca es que fue de las primeras en hacer helados de sabores «no tradicionales». Ahora más difundidos, me acuerdo de mi sorpresa al ver sabores tales como mate cocido (¿?) o cerveza (¡!). No estoy sugiriendo ni por arrime que sean ricos, pero a originales, no hay con que darles.
El local cuenta además con espacio adentro para sentarse (punto por sobre el mini local de Freddo) con buen aire acondicionado. Otro punto a favor: está abierta todos los días de la semana hasta bastante tarde.