Banco Francés

Por lo general los tramites bancarios suele ser engorrosos y toman mucho tiempo, y en el caso de esta sucursal del frances no es la excepcion.
La unica verdad es la realidad, decia el General y la realidad es que esta sucursal es pequeña y por lo tanto tiene pocos cajeros y autoservicios que se colapsan de gente en horas de la tarde, para peor suele ser costumbre que uno de los cajeros o autoservicios no funcione, cosa de complicar un poco mas la situacion
Mas alla de eso es una linda sucursal y nos salva las papas cuando hay que hacerse de efectivo para la vida cotidiana.

Desde que se inventó el servicio de banca electrónica se redujeron notablemente mis visitas a las sucursales. Pero cuando se cuelga el sistema o la atención telefónica no me da respuesta camino unas cuadras hasta la sede más cercana del Banco Francés.
En general no me toca esperar mucho y me atienden ejecutivos de cuenta muy relajados y divertidos que hacen ameno el momento de enterarte porqué te rechazaron un cheque. Esta sucursal tiene espíritu de barrio, es como en los pueblos donde los clientes llegan y saludan al señor de vigilancia. Cuenta además con dos cajeros automáticos y dos terminales de autoservicio.
Luego, como todo banco, hay que seguir los resúmenes de cerca porque 2×3 aparecen descuentos con siglas indescifrables. Y atención con la sede que elijas como base de tus cuentas porque luego no se puede mudar, si te vas a otra ciudad mantenés la sede y cualquier movimiento extra te lo cobran. Con los bancos rige la ley del pantano: si te dormís, te hacen cartera.