Bartola Classic

No me copa mucho escribir algo negativo sobre algún local, pero Bartola me decepciono un poco.
Por empezar no tenían mucho de lo que había en la carta. Cuando finalmente nos trajeron el pedido, estaba frió y feo, parecía que el lemon pie era de hace varios días ya. Lo cambiaron, pero por otra cosa, por que no había mas.
La atención zafaba bastante. Nos trataron bien, pero tardaron muchísimo para todo.
No volvería.

Muy rico almuerzo de domingo! Para sentarse afuera y disfrutar. Los platos están bien ricos y en precio

Uno de los peores lugares en los que comí en mi vida. Pedí rabas de entrada y el rebosado estaba horrible. Después pedí unas pechuguitas con salsa de champiñones (se podían contar) y unas papas fritas que vinieron crudas. Nunca más! No se lo recomiendo a nadie.

Un poco overrated, como todos los lugares de la zona. Fila para sentarte y demás.
Fuimos a almorzar, la mesa estaba sucia y aunque nos atendieron relativamente rápido en ningún momento la limpiaron (me dio vergüenza pedirles que lo hagan).
Pedimos sándwiches de salmón y estaba realmente bien, aunque no era muy abundante, por lo que recomiendo ir más bien de brunch o merienda que para un almuerzo de domingo (post salida, lija, etc.)
Nos cobraron mal, y cuando le dijimos se disculparon y nos trajeron una nueva cuenta. La atención estuvo muy bien. Volvería pero con menos hambre :)

Mesa de 5 pizza fría, cerveza tibia, precio alto y sin libro de quejas. Mozos fantásticos y encargado soberbio y sobrado. Mas allá de la mala calidad de la comida el poco esmero que tiene el personal a cargo de ofrecer una experiencia hacen de este lugar uno de los peores en donde he comido en los últimos 5 años. Recomendable para pasar un mal rato

Menos mal que llegué a Bartola con poco hambre, porque no se dan una idea de lo que tardaron para todo.
Mil años para traer la carta, mil años para levantar los pedidos, mil años para traer la comida, y otros tantos para la cuenta.
Pedimos dos de la lista de «combos» que tienen para los brunches, y que vienen con café, jugo, papas y verdes.
El jugo es exprimido rebajado, y el café no sólo lo trajeron frío, sino que mucho antes que los platos, que no estaban hechos con demasiado cariño (uno ni daban ganas de probarlo).
En definitiva, terminamos malgastando $ 120 c/​u que mucho más lo hubiesen valido en cualquiera de las varias opciones de alrededor.

Fuimos a tomar un café y hacer tiempo. Había ido un par de veces anteriormente. El chico que me atendió me trajo después de 30 minutos;un café doble, que había pedido y un café con leche en un jarro enorme, que no jabía pedido. Le digo que le había pedido un café chico y le agregué el gesto del tamaño,
lo dejé igual… le pido vasos con soda y nos trae un agua con gas en botella. El mozo era colombiano y si bien en la oportunidad anterior me atendió una moza de esa nacionalidad y me había parecido muy amable esta vez no ! de todos modos algo falló en la comunicación.El café estaba aguado y transparente. Dejamos todo sin consumir prácticamente.Y el mozo… no se daba por aludido: NUNCA! (hay gente que es experta cuando hace mal las cosas;EN NO DARSE por ALUDIDA !) pagamos y nos fuimos! No tenía batería en el celular y mi marido no me quiso prestar el suyo para sacar la foto correspondiente jájá!) por supuesto: no vuelvo nunca más.

Me encantan este tipo de lugares que mezclan una deco retro con un espacio tipo casona antigua.
Para los que prefieren merendar con vista a la calle tenés varias mesas afuera, de madera y hasta para 4 personas. Sino adentro también está bueno porque pasan música y el ambiente es acojedor.
Me volví loca con el Croque Madame, una tostada ni muy crujiente ni muy blandita, con queso y jamón arriba, con un huevo frito por encima. Además lo acompañan unas papas rústicas con un poco de condimento y por lo que saboree son al horno.
Tazas de café bien grandes como tiene que ser, otro punto a favor.
Venden picadas, cerveza, muchas opciones de brunch, licuados, etc.
De noche es muy lindo por la iluminación.

Bartola, para mi es un lindo lugar para tomar una merienda con amigas, y tengas en cuenta que pueden estar cómodas las que fuman ya que tienen mesas afuera, formando un línea invisible entre ellas y las calles empedradas que le dan ese toque especial a palermo. Tiene en su pared frontal un picaflor hermoso pintado con muchos colores el cual no sólo es llamativo sino también de fácil reconocimiento para los que llegan a la zona y lo dan como referencia.
Creo q uno de los puntos a favor y muy potente que tiene Bartola es su espacio y estética, que te invita a ir a como de lugar.
Sus propuestas de brunch no son la gran cosa, pero si sus porciones son generosas.
En esta oportunidad degustamos dos brunch, yo pedí el madame croque (papas al horno, con tostada dulce de jamón y queso coronado con un huevo frito) y Manhattan (huevos revueltos con tocino, papas y tostadas) ambos acompañados de café con leche tamaño taza gaby, (la llamo así a la taza que es para una persona que tiene sangre y pulso el cual es apto para la misma, y le huye a las tazitas diminutas.) y jugo de naranja natural.
Cada brunch esta alrededor de ⁸⁰⁄₈₅ pesos y si vas por la tarde te puedo asegurar que es una meriencena, te llenas seguro…
Adentro hay muchos enchufes por lo menos los vi en las mesas que estaban a mi alrededor así q es bueno para llevarte tu notebook, y no estés pendiente en terminar rápido.
la contraseña del wifi es bartolamas.

Mmmm no sé. No me convenció. Si no le pongo menos estrella es porque creo que se merece una oportunidad. Pero pensándolo bien, no sé si se la voy a dar. Pedí una limonada con menta y creo que se confundieron y me dieron un mate. Porque la cantidad de vegetales que había en ese vaso era impresionante. después, con respecto a la cocina, si bien en Palermo estás acostumbrado a las porciones chicas, estas eran para Playmobil.
Y algo muy personal, pero las sillas de madera que están en la esquina eran bastante incómodas. Pero supongo que sólo es mi opinión.
Fijate.

La atención fue muy mala. Nos atendieron rapidito y hasta nos sugirieron que nos vayamos o que no pudiéramos nada de comer ya que la cocina supuestamente estaba muy atrasada. El lomo no era lomo los fideos estaban duros y la hamburguesa era una albóndiga. Pura facha (y hasta ahí nomas) y pocas nueces. Carísimo.

Un lindo lugar para compartir con amigos, en eno corazon de palermo. La unica critica es que las papas se le pasaron un poquito, pero no es algo que influya en esta reseña.

El lugar es muy lindo, la atención de los mozos no es de lo mejor y a veces tardan en venir.
La comida, siempre impecable. El especial del día baja de precio a medida que pasan las horas y los brunchs son para recomendar.
Imperdible el «Bartola» que viene con yoghurt, frutas y granola casera.

Lindo para brunchear un domingo. Traen el pedido enseguida. Buena música.

Primero conocí a Bartola… después me presentaron esta opción Classic que bueno no sé … me imagino que se supone (como su nombre lo indica) que es más ¿clásico?.
El lugar es lindísimo, una casa antigua (como lo que pasa siempre en Palemo como para variar) devenida en restó. Está justo enfrente de Bartola «a secas» en una zona muy concurrida del barrio.
El target de los dos restaurantes es el mismo. la movida cool de palermo más turistas. La limonada con jengibre siempre es una buena opción… igual que las ensaladas.
Me falta probar el brunch que todos recomiendan pero el café con leche viene en un tamaño extra small… yo me lo quedé mirando al mozo con cara de no te pedí un cortado. Una lástima.
La atención varía en si los mozos tienen un buen día o no. A veces, resulta inadmisible la falta de tacto a la hora de manejarse con los clientes.
No está mal pero es un lugar que se puso un poco de moda y que está estratégicamente ubicado como para terminar cayendo en una de sus mesitas si no conocés buenas opciones en la zona.
Ni fú ni fá.

Es una linda esquina del Soho. Tiene estilo vintage (como muchos de la zona) pero siento que Bartola realmente lo logra. Muchas veces hay bicicletas –una vez vi una vespa!- que le dan un toque cool.
Ideal para ir con amigos en verano.
Jueves, calor, ganas de salir de casa. Es el escenario perfecto para Bartola Classic.
Las mesitas en la vereda dan ganas de quedarse y hacer un gran sobremesa con tragos copados.
Si vas tipo 19, 20hs: picada.
Al mediodía el clima es otro. Mucho más tranquilo. Lleno de extranjeros, pero está bueno para distenderse. Los platos son bastante buenos y abundantes.
La atención es normal tirando a mala, pero se esmeran.
Quizá esté un poco sobrevalorado y se note en sus precios, pero mi experiencia en general fue buena.
El ambiente está bueno, tiene mucha onda.
Quiero volver para probar el Brunch Bartola, que según me dijeron, es muy completo.

Justo en diagonal del Bartola córner está el Classic. Al igual que el otro sus mesitas abarcan toda la vereda en esquina y laterales.
Que no te sorprenda estar sentado ahí, y que las mesas a tu alrededor tengas gente hablando, inglés, francés o algún otro idioma. además ya el mozo que nos atendió era colombiano! Muy simpático y atento.
La carta es algo reducida, tienen ensaladas, sándwichs, algunos principales con guarniciones. Pedimos la hamburguesa con el nombre de la casa, pero nos dijeron que se habían quedado sin hamburguesas! Terrible! Asi que decimos incursionar en el menú, y probamos la ensalada Se Sabe, con pasta, rucula, cherrys, queso de cabra, olivas negras, pollo y parmesano. No solo que super completa sino que riquísima y se notaba que los productos eran de muy buena calidad. Y un sándwich Jacobs con salmón ahumado, brie, rucula y queso crema con ciboulete! Acompañado de unas papas rústicas!
La verdad la comida fue impecable y realmente muy rica.
Sus contras: los precios si son algo elevados pero para alguna que otra vez esta bien, solo efectivo. Y tuvimos abejas alrededor de la mesa, en especial de la coca todo el almuerzo!