Es una de mis heladerías favoritas, la que siempre iba de chica en el barrio y a la que sigo yendo/pidiendo cada vez que lo amerita. Es súper artesanal, la gente que la atiende está allí desde hace años. Los precios son más que decentes para la calidad. No se puede comparar la calidad con las cadenas que invadieron la ciudad… Su fuerte son los gustos clásicos, en especial limón, vainilla y dulce de leche, que para mí tienen un sabor y una textura que no es frecuente en otros lugares. Es cierto que el ambiente es nostálgico y se quedó un poco en el pasado, pero es a lo que ellos apuestan desde siempre. Lo único que puedo llegar a recriminar es que la cantidad de gustos es limitada, sería bueno que hubiera tal vez más variedades de cremas y chocolates. Gustos destacados: avellana, limón al champagne.
Ludmila C.
Rating des Ortes: 4 Buenos Aires, Argentina
El lugar no es algo increible, es la tipoca heladeria vieja de barrio. Quedo en el tiempo y cuando entras te das cuenta quienes son los dueños, 2 personas mayores que andan dando vueltas… Al fondo se ven unas puertas de vidrio y ahi esta la «cocina» El helado… Hacia mucho que no iba y volvi! Pedi cucurucho(40p) de crema de almendras y dulce de leche con nuez. Un 10 los 2 gustos! La crema de almendras con muchas almendras, asi vale la pena comer esos gustos! Me quede tomandolo ahi y el rato que estuve pasaron muuuuchas personas pidiendo y la mayoria pedia frambuesa mora, un gusto que en su momento de pedir no me tento pero despues de ver que tantos pedian me intrigo! Asi que la proxima sera ese! Los precios no estan mal… Esta mas barato que las grandes cadenas y un poco mas caro de las heladerias malas, asi que es un intermedio que se paga!
Ramiro P.
Rating des Ortes: 4 Buenos Aires, Argentina
Habia leido muchas reseñas aqui sobre la callidad de los helados de Cadore. Esabado pasado una de mis hijas jugo un torneo en en club GEVP, a unas cuadras de ahi, y entre partido y partido, sali a buscar algo para comer y conseguir fruta para las nenas. COnsegui las manzanas y bananas que queria ahi cerca de la estacion, pero no pude resistir el probar los helados, y realmente, ninguna de las reseñas miente Una heladeria de las de antes, su amplio mostrados, con los bancos enfrente(nada de mesas con gente tomando café), el bebedero al fondo, y una variedad amplia de gustos Probe un sabor que no hay en todos lados, la crema Baileys, acompañado con dulce de leche con bombones. muy buenos ambos! Me queda un poco lejos para ir eguido, pero valdria la pena!
Paula H.
Rating des Ortes: 4 Buenos Aires, Argentina
Me llevó una amiga, antigua residente de Villa del Parque(no queda en Flores, chicos; es pleno corazón de Villa del Parque) y me sorprendió demasiado gratamente. Pedí mousse de chocolate y banana split. Super cremoso y rico. También probé el chocolate amargo y el dulce de leche granizado(que no empalaga) La atención es buena. Vale la pena hacerse la escapada. El helado le compite a cualquier heladería de cadena ;)
Solange F.
Rating des Ortes: 3 Buenos Aires, Argentina
Como mencionaron antes otros Unilocalers, en Cadore hay más nostalgia que magia. La estética es interesante, entrás y te transporta instantáneamente a tu infancia(yo vivía en Ushuaia pero convengamos que la estética de las heladerías era más o menos la misma en todos lados: P). La prueba de que el helado es realmente artesanal son las máquinas a la vista y supongo que eso le da un plus frente a otras heladerías más industrializadas, pero hasta ahí… Compramos dos medios kilos para probar diferentes sabores, $ 75 cada uno, realmente esperábamos que sea el mejor helado de nuestra vida, lamentablemente no lo fue. Les reconozco que usan poco colorante y los sabores no están mal, las cremas no se sienten aguadas como me pasó con muchas heladerías recientemente, sin embargo no me llegó a enamorar. El chocolate amargo, que es uno de mis gustoss favoritos en general, no estuvo ni siquiera en el top cinco de los mejores que probé, sin embargo el de coco, otro sabor que me encanta, me sorprendió agradablemente en textura y sabor. La cereza a la panna no tenía colorante pero sí una buena cantidad de cerezas, lo cuál me pareció todo un acierto. La Crema Baileys, Menta Granizada y el Mousse de Limón no me parecieron muy diferentes acá que en cualquier otra heladería promedio. Pese a ser la heladería tradicional del barrio no creo que vuelva a menos que los precios estén dentro del rango de las heladerías comunes, porque básicamente lo es.
Leandro P.
Rating des Ortes: 3 Buenos Aires, Argentina
Fue la primer heladería artesanal del barrio. Por este motivo está lleno de abuelas que fueron habitué durante muchos años y ahora llevan a sus nietos. Saben que van a encontrar crema rusa todo el año. No va a llegar nunca la mousse de maracuyá ni el mascarpone con frutos rojos ni vasitos de telgopor. Pero sí mantiene el bebedero que usábamos cuando eramos chicos. Los cuchuruchos son enormes y bien armados, no se te va a caer en cuanto haces dos pasos y te respetan el orden en el que le pedís los gustos. Si querés dulce de leche arriba, tenés dulce de leche arriba. Tienen un pintoresco carrito que antiguamente utilizaban para vender helado en la calle. Atendido por sus dueños de diferentes generaciones, es un clásico de la ciudad. La elaboración es a la vista. Si bien tienen delivery se disfruta mas yendo a tomarlo ahí, en el banco de manera comunitario, sin mesas. Vale mas por la experiencia nostálgica que por el sabor, pero vale la pena ir a conocerla.
Lucila B.
Rating des Ortes: 3 Buenos Aires, Argentina
Cadore es más tradición que gusto. El helado es rico, se respeta y se deja tomar. Para mi es la parada estratégica en día de compras, está a mitad de camino del centro comercial así que es ideal para parar, relajarte pensar lo todo lo que viste, te probaste y obvio volver al primer lugar. Tiene gustos tradicionales, bañados en chocolate y no mucho más que una heladería que se precie. El helado es rico sino consideremos que no hubiese durado tantos años en el barrio, pero he probado más ricos. Definitivamente es una institución y por eso es dina de ser recomendada además si bien hay algunas otras heladería a los alrededores repito esta es el punto justo para parar en una jornada de compras. Esta bueno también para apelar un poco a la nostalgia ya que entras y tiene la arquitectura de una vieja heladería con el mostrador de mármol alto al que no llegabas cuando era chico y el banco sobre la pared para interactuar con el de al lado y no sentarse en una mesa solo y abstenerse del entorno. Como detalle anecdótico, tiene en un rincón un viejo carruaje de heladero que esta lindo para sacarse la foto para el facebook.