Confitería La Ideal

If you like tango and watching people (or possibly even dancing yoursel), this is a great place. Arrive around 4:30 or 5:00 on a weekday to watch an assortment of amiable characters of varying ages, shapes and ability levels do the eye-​contact invitation to the dance and tango. We were thoroughly entertained. Café Ideal, in all it’s faded glory is still vibrant-​and not to be missed!

Mi pista favorita de Buenos Aires.
Tengo un gran recuerdo de las fiestas pop de los 80 y los shows de Baccarat que te hacían danzar por toda la confitería.

Uno de los Bares notables, milonga, cafetin, 2×4…
La Ideal es na de las confiterías más lindas de Buenos Aires. Lugar histórico con una arquitectura que ha soportado todo y sigue bella. Aunque sea hay que tomarse un rato y pasar a tomar un cafecito.
Es un lugar de nostalgia, de puro tango y sí, como todo tango evoca momentos mejores, lleno de glamour, y galantería.
Hoy sigue siendo muy vistoso, con mas de cien años de historia, dos pisos, donde en la planta baja funciona una confitería muy tranquila, especial para relajar un poco.
Es un lugar para bailar tango, no shows, sino el tango de arrabal, por supuesto que tiende a ser un poco turístico, pero para la gente que no conoce hay clases de Tango y Milonga.
Los horarios de las clases son: Milongas: Lunes: «El Firulete» de 15 a 21hs. Martes: «La Noche Ideal» de 22.30 a 03.00hs. Con música en vivo. Miércoles: «La Matinée Ideal» de 15 a 20hs y «La Milonga Ideal» de 22.30 a 02:00hs. Con orquesta. Jueves: «Casi una Milonga» de 15.30 a 20.30hs y «Tango Ideal» de 22.30 a 03.00hs Viernes: «El Abrazo» de 15 a 21hs y «Unitango Club» de 22.30 a 04.00hs. Con orquesta en vivo. Sábados:
Como siempre bailar es un placer, lo recomiendo si tienen ganas de conocer un poco de historia y ademas animarse a aprender algo nuevo.

Joyita en la cuidad! Escondido en la calle Suipacha pero a metros de Av Corrientes se encuentra este bar precioso, de antaño. Es una construcción que llama mucho la atención desde afuera, y te invita a entrar. Y así lo hicimos para disfrutar una merienda.
Apenas entras suena ritmo de tango. Hay muchas mesas y un centro donde se puede ver gente disfrutando de la danza, mientras tomas algo.
Con respecto a la comida hay desde tablas a platos del día. Para merienda podes pedir tortas, sándwiches tostados, variedades de café. También hay cerveza.
Me sorprendieron los precios, que resultan super convenientes y no turísticos, como suele pasar en otros cafés de la ciudad. Los mozos son los de antaño, esos clásicos que memorizan el pedido sin dudarlo.
El lugar a veces pareciera medio venida a bajo, como si le faltara el esplendor que alguna vez tuvo pero tiene la magia de lo clásico.

Wer ein wirklich authentisches Tango-​Café erleben möchte sollte hierher kommen. Wenig Touristen, viele Tänzer. Für 45 Peso darf man sich an einen kleinen Tisch leiten lassen und dem bunten Treiben zusehen oder gleich mittanzen. Leckerer Hauswein und richtig guter Café aus einer uralten Espressomaschine. Ein Erlebnis.

Creo que cualquier persona que pase por la puerta de esta confitería emblemática de la ciudad, no puede resistirte a frenar y observar, aunque sea por unos segundos, la magia de este hermoso lugar que te transporta hacia principios del siglo XX. Declarada «área de protección histórica y sitio de interés turístico por la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires», esta confitería conserva todo el aura tanguero y la atención de esos mozos elegantes que recuerdan a la perfección cada uno de los pedidos. Por si quedaban dudas del estilo del lugar, en la vereda hay marcados varios pasos de baile para que cualquier transeúnte simule que «sabe algo de milonga». Allá por el año 2000, era un lugar clave para la juventud «alternativa», en el primer piso se hacían fiestas electrónicas y también tocaban bandas pop, músicos que proponían algo diferente a lo que sonaba por las radios. «Ideal es ideal» para viajar en el tiempo, aunque sea por un rato; merendar, ir a tomar una copa mientras se ve un buen show de tango o algún ciclo musical chic, como los de Sergio Pángaro & Baccarat. Cuenta la anécdota que hace unos años Yoko Ono fue y afirmó «háganse justicia a sí mismos, no destruyan su historia y su cultura». Sigamos el consejo de Yoko y, de paso, pidamos una merienda completa.

Otro de los bares notables de nuestra ciudad. Supo tener un pasado glorioso lleno de glamour, música y galantería. Hoy conserva toda la belleza de su arquitectura pero está muy poco concurrido. Y, como sabemos, eso atenta contra su continuidad. Sus salones fueron escenario de películas como «Evita», la de Madonna y Tango de Saura. Entre sus visitantes están muchos ciudadanos ilustres internacionales como Mária Felix y Vittorio Gassman.
Este salón de té de más de cien años cuenta, hoy, con dos plantas. En la planta baja funciona una confitería. Cuando no hay clases de tango en la planta alta, es un lugar super tranquilo y recomendable para leer o estudiar. Hay dos turnos de clase de bailes, a precio muy barato, todos los días de semana y dos matinés que se vuelven muy populosas. Se llena de extranjeros pero también de locales que quieran practicar un poquito. Los mozos son de oficio y la atención es excelente.
La pastelería y el chocolate caliente son las cosas más tentadoras que sirven. Un datito: muchos dicen que en esta confitería nacieron los sandwichs de miga. Yo elijo creer.
Si estás por la zona, aunque sea asomate porque el lugar es increíble.