Despierta

Un espacio cultural, con bar y menu exclusivamente vegetariano. Hay un monton de actividades y muestra que Colegiales es el refugio de propuestas que en palermo ya no caben.
El bar sirve cerveza de litro a buen precio y sandwiches de todo tipo, (recuerden: todo vegetariano). Hay mesas adentro, un pequeño patio siempre copado por gente buena onda y también mesas sobre la vereda, para los dias de calorcito.

El verano dio para comer afuera, en la vereda. La atención estuvo bastante bien. Pedí una pizza con hummus (es una lástima que sólo tengan pizzas individuales) y vino con 4 porciones que me llenaron. La masa estaba muy bien y el hummus era bastante aceptable.
No soy vegetariano ni vegano, pero el lugar tiene su onda para ir de todas formas.
Para los estrictamente veganos: van a encontrar pizza con muzzarella, así que el menú tiene cosas que no son veganas.
Volvería su estoy por la zona, al menos para conocerlo mejor por dentro

Despierta es mucho más que un lugar para comer, mucho más que un bar y mucho más que un lugar para ir a ver un buen espectáculo. Es, de hecho, todo eso, pero con algo incategorizable como lo es la buena onda, energía, alegría o como quieran llamarlo. Es un lugar de esos a los que volvés seguro, la gente es copada, los precios están muy bien, la comida es rica, los espectáculos en general son muy buenos y la energía que se respira es especial.
Para comer recomiendo ámpliamente la hamburguesa de lentejas, el sandwich de palta o las pizzas caseras. Si van por los shows, primero vean la cartelera que publican en facebook, así saben de qué va la cosa, porque suelen tener propuestas bien diferentes cada día.
En primavera y verano es ideal porque tiene una vereda soñada y super ámplia en la que puede llegar a haber hasta 20 mesas y con mucho espacio.
No sé si en contra, pero si buscan coctelería de alta gana, este puede no ser el lugar.
Si andan por la zona, dénse una vuelta porque casi seguro seguro se la pasan bien, a mí, hasta ahora, no me falló nunca.

Despierta! es un bar de entrada muy pequeña que apareció hace poco tiempo en un lugar inesperado. Con sus luces tenues y su ambiente relajado se fue ganando la simpatía de muchos jóvenes del barrio, y ahora es bastante difícil conseguir mesa después de determinados horarios, haya un evento o no. El ambiente es súper liviano, la música es muy buena. La comida es muy sabrosa y bastante económica: todo es casero, de elaboración y consumo simple, en general ligado a las harinas (integrales, de salvado) y a los platos más bien rápidos: pizzas, hamburguesas (de semillas y legumbres). Recomiendo la hamburguesa de lentejas con mayonesa de zanahoria en pan casero y las pizzas.
Ofrecen talleres de elongación, acrobacia en tela, capoeira angola, gimnasia expresiva, danza, aeropilates y algunos más, y suelen hacer varios eventos al mes.
No es un lugar que recomiendo si tenés la idea de que te atiendan y te traigan rápido la comida: en este lugar todo lleva su tiempo, y apurar a quienes sirven las mesas no cambia prácticamente nada. Ese es el tiempo de local.

Espacio Despierta lo conocí porque unos amigos músicos tocaban allí.
El lugar tiene la opción, en el fondo, de sentarse a escuchar música en vivo tipo café-​concert. Esto le da un punto extra al lugar, ya que no es sólo un bar.
El problema que hubo la vez que yo fui es que el calor era INAGUANTABLE y no bastaban los ventiladores que había. Se veía un aire acondicionado enorme pero no sé si estaba roto o qué.
Los artistas deben haber bajado 3 kilos arriba del escenario y la gente cada tanto salía para tomar aire afuera (el lugar del fondo no tiene buena ventilación).
No obstante eso, la comida me gustó. Me pareció todo fresco. Para tomar había limonadas.
Eso sí: como llegamos medio tarde, tuvimos que comer en un sillón sin mesa, porque todas las mesas ya estaban ocupadas (mis amigos músicos llenan salas, qué le vamos a hacer…).
Volvería a probar otros platos, siempre en versión «acústico en vivo», pero quizás cuando esté más fresco el tiempo…

Despierta es un espacio diferente en la ciudad. Es un bar cultural y un restaurant vegetariano-​vegano a la vez. Fui un domingo con una amiga vegetariana a conocer el lugar. Nos sentamos en las mesas de la vereda (adentro es más lindo, pero la noche estaba para disfrutarla afuera) y una chica nos acercó la carta. No tienen mucha variedad de platos, pero hay varias opciones interesantes. Pedimos una hamburguesa de lentejas y una de arroz yamaní. Todo lo preparan en pan integral.
La comida estaba rica, pero hay un par de cosas que no me convencieron. Primero, el agua la sirven en vasos, no en botellas. Y segundo, como comimos con la mano necesitábamos servilletas, pero nos dijeron que no les quedaban más. No me parece mal que el servicio sea así si los precios son muy baratos, pero no es el caso: las hamburguesas solas estaban $ 45 y con papas $ 60. Es un buen lugar para tomar algo y disfrutar de alguno de sus espectáculos, pero no sé si volvería a cenar.