Fuimos porque nos recomendaron los fucile al fierrito, La verdad es que a simple vista no te darían ganas de quedarte, hay mesas de plástico, con sillas de plástico, con paneras de plástico y está todo bastante desalineado y parece que tiraron las sillas y las mesas y así quedaron. Pero nos prometieron que las pastas eran increíbles, al entrar vimos a la chica en una mesa cerca de una ventana haciendo la pasta una por una con un fierrito. Pedimos unas albóndigas de ricota y berenjenas al escabeche de entrada, estaba todo riquísimo, nos sorprendieron gratamente las albóndigas de ricota. Después pedimos los famosos fucile al fierrito y fue la GLORIA, eran una espumita, super livianos, riquísimos. Los mejores que probé hasta ahora. La porción muy generosa, por suerte había pedido media porción. Es un típico bodegón descuidado de barrio, los precios acompañan el lugar, hay que ir temprano, porque se llena y después hay espera, no intenten llamar por teléfono porque nadie te atiende… es como todo muy improvisado porque trabajan con clientela fiel que va seguido. Pero no dejen de ir… tienen que probar esos fucile.
Laura J.
Rating des Ortes: 4 Buenos Aires, Argentina
Nooooo, esto es insuperable! Díganme si no, en la mesa de atrás mío hay un comensal con un loro en su ombro hablando! Por si no lo creen ahí puse la foto! Vinimos a cenar en viernes. Pedimos de entrada morrones fritos y principal cintas con salsa scarparo y pollo al ajillo. Los morrones son buenísimos! Las cintas estaban muy bien pero el pollo regular. Lo completamos con vino de la casa y soda en sifón, acorde al lugar. Postre zapallo en almíbar.
Fabian P.
Rating des Ortes: 1 Buenos Aires, Argentina
Es un bar de barrio que hace patas caseras, en cuanto a lugar deja mucho que desear, es bastante precario. La comida en comida y la atención es regular, no volvería a ir.
Martin G.
Rating des Ortes: 1 Buenos Aires, Argentina
La unica atraccion ERA la pasta hecha a mano que, lamentablemente, es estropeada por una salsa industrial salida de una lata. Me llamaron la atencion las albondigas, nunca habia comido unas con gusto a comida para animales(sera porque le ponen higado y corazon?) No deberia llamarse restaurant sino cantina, mejor aun comedero. No creo que vuelva y aun me sorprende que la gente lo califique de bueno… seguro que es porque nunca vieron un restoran de verdad. Control sanitario inexistente: no puedo creer que no lo hayan clausurado aun… y hay menores de esas trabajando !
Laura O.
Rating des Ortes: 2 Buenos Aires, Argentina
Fui el viernes a la noche a cenar tipo 22 y no había lugar adentro. Afuera estaba bien acondicionado y calentito aunque el ambiente no es tan lindo y cálido como la otra opción. La idea fue ir a comer pastas a un lugar típico que me habían recomendado, así que aproveche para pedir los fusilli al fierrito con salsa rosa, que los elaboran a la vista unas señoras mientras vos comes. La comida fue normal para lo que yo esperaba. Si, era rico, pero prefiero los de La Parolaccia sin duda. Quizás fue demasiada mi expectativa pero no estuvo ni cerca de alcanzarla. Si bien las pastas estaban al dente, les faltaba sal y la salsa bastante desabrida. La atención es escueta, típico de bodegón. El mozo se olvidó lo que habíamos pedido y tuvo que volver a preguntar a los quince minutos. Detalle de color: la señora que hacia los fusilli hablaba por celular y volvía a las pastas sin ni siquiera lavarse las manos. Yo entiendo que después las pastas se hierven, pero un poco de decoro no viene mal a nadie.
Silvia S.
Rating des Ortes: 3 Fort Pierce, Estados Unidos
Lo destacado del lugar es ver como amasan las pastas a la vista. Lo menos es que se abusa en la aparirncia de bodegón descuidado.
Pedro E.
Rating des Ortes: 3 Buenos Aires, Argentina
Un clasico para ir los domingos al medio dia, no esperen pulcritud es bien barrial. Para arrancar se puede pedir una picadita llamada un poco de todo. La carta de vinos no es muy buena. Los fideos al fierro echos a la vista lo mas recomendable.
Lucila D.
Rating des Ortes: 3 Fort Pierce, Estados Unidos
Hace bastante iba seguido. Volvi despues de. un tiempo y la calidad no fue la misma. Las albondigas no estaban ricas. Los. fussiles si. Un clasico. Que no decaiga!
Stephanie S.
Rating des Ortes: 3 Buenos Aires, Argentina
Mis amigos varones siempre se van a comer a Don Chicho después de jugar al fútbol. Les encanta, y hablan loas de este lugar como si fuera la meca de las pastas. Un día fui a verlos jugar y a la salida les pedí que me lleven ahí. Es un lugar muy de barrio, cálido en su atención, un poco sucio, medio venido a menos pero casi que a propósito. Nos sentamos en las mesas de afuera y pedimos un vino. Para comer, quise probar el plato típico que todos recomiendan: fusilli al fierrito. La porción es enorme, para compartir. Estaba bien, pero claro, nada de otro mundo. Me da la impresión de que lo que realmente vende acá es la onda del lugar: el ambiente barrial, la atención confianzuda, los precios bien bajos, la tradición. Todo lo que le gusta a los amigos que se juntan después de jugar al fúbtol.
Paula F.
Rating des Ortes: 2 Buenos Aires, Argentina
Fui a visitar Don Chicho con demasiadas expectativas. Es que me lo vendieron como el mejor lugar para comer pastas en Buenos Aires. Que es riquisimo, que es genial, no podés dejar de ir, a vos que te gustan las pastas, tengo un lugar para vos. Finalmente, los comentarios de mi entorno me convencieron y le dije a mis viejos, hoy comamos en Don Chicho. Fuimos. Al entrar, se nota que es un sitio con toda una personalidad. Es bien de barrio, la señora del restaurant no para de amasar las pastas ni un solo momento con su bella ‘pastalinda’ en la mesada de madera, justo enfrente de las mesas para comer. Las paredes, llenas de fotos y cuadros de aquello que al dueño le genera un gran orgullo: su equipo de fútbol. Abundan las fotos y escudos de San Lorenzo. También hay muchos retratos de Diego Maradona y otros tantos de Gardel. Las paredes están desarregladas y rasgadas, pero en cierto modo le agrega un toque al negocio. Entusiasmada, pedí fideos anchos al huevo con salsa bolognesa. Cuando llegaron y los probé la desilusión que me llevé casi me mata. La salsa me dejó bastante disconforme: estaba hecha con tomates ácidos y el 50% de ella era puro aceite.(¿¿¿A quién se le ocurre ponerle aceite a las salsas???). A mis familiares tampoco les gustó mucho. Quizás soy muy exigente con las pastas porque me gustan mucho, o quizás mis expectativas eran demasiado altas(suele suceder el desencanto cuando esperás mucho de algo). Pero el resultado fue que todos los buenos comentarios que me habían hecho del lugar, no pude coincidir con ellos. Algún día iré a probar suerte de nuevo.