Totín

Totín es Totín porque esa esquina, porque esa zona, porque asado. La experiencia, para mi, es rarísima: estar sentada en una mesa familiar, a la calle, casi plena avenida, poquísimo ruido, bajo un árbol, relajada, sin estar atada a la cartera, comiendo un asado. Si, hay mucha competencia alrededor y el espacio es bastante reducido, pero esa esquina es esa esquina.
No soy experta del asado ni de la carne pero sentí que la parrilla fue buena, grande, acorde al precio, mucho mejor que locales típicos de asado de Callao y Corrientes. Las papas riquísimas y hechas con papa real, ensalada abundante.
La atención fue excelente, los mozos súper simpáticos, nos aconsejaron respecto de los tamaños de las porciones y estuvieron atentos al transcurso de la noche, siendo que eramos un grupo de más de diez personas.
En resúmen, volvería. Volvería más de lo que volvería a la competencia que está a una cuadra. Realmente fue una experiencia linda, porque fue particular, de barrio, simple. Vayan una noche de primavera, van a ver que es una experiencia hermosa.

Miércoles por la noche, recién entrado el verano y por suerte una noche súper súper agradable de esas que llaman para pasar la noche afuera. Decidimos ir a esta parrillita por la cercanía de donde estamos con mi novia y porque también llama la misma esquinita.
Tengo que admitir que no iba con muchas espectativas mas allá de que varias veces he visto la parrilla llena y con un ambiente más que tentador.
Fuimos en una salida con los suegros y nos sentamos afuera, adentro hacia un calor de mil demonios.
En primer lugar después de esta intro, el lugar me gustó mucho, es agradable y el ambiente parrillero que se siente y se percibe es excelente, más aún con el clima como amigo.
La atención del lugar es muy buena, el pibe que nos atendió muy buena onda y de manera rápida, pedimos parrillada para 6, siendo 5 y esto parece justo pero nada más alejado, se que muchos me van a decir que comemos mucha carne, pero las porciones que te dan en este lugar son generosisimas, quiero decir que la parrillada para 6 es para 6! (podría ser para7).
Al margen de esto, la parri incluía una buena cantidad de cortés de cerdo y vaca, achuras y provoletas, una porción de ensalada de hasta 3 ingredientes y 2 porciones muy abundantes de fritas espectaculares.
La carne fabulosa!, entraña espectacular y a punto, el vacío una manteca, asado cortado tipo americano muy sabroso y costillitas de cerdo muy ricas.
No recuerdo en este momento si estaba incluida la bondiola en la carta para la parrillada pero quizás la cambiaron por costillitas y no nos dimos cuenta, mas allá de eso, estaban muy ricas.
Las achuras excelentes, tanto chorizo como morci, pasando por unos chinchus justos y riñones que para el que sabe de parrilla es uno de esos tapados que valga la redundancia te tapan la boca. Punto aparte para las provoletas, una locura.
La bebida es en botellas grandes y la verdad que mejor que sea asi.
Quedaron pendientes los postres que aparentemente tienen buena crítica pero la verdad es que ya no podíamos respirar y los cinturones aflojados no alcanzaron para lograr el cometido.
La relación precio/​calidad es excelente, una parrilla más que recomendable para el paladar carnívoro del argentino y un lindo lugar para encontrarse y comer muy bien. Volveré! Y tengo que admitir que ya la tengo agendada en mis favoritas de Buenos Aires.
Tip fundamental!, reserven con tiempo!!.

¡Me encanta esta parrilla!
Siempre esta lleno de gente, pero no hay que esperar una eternidad para poder sentarte, lo cual es bastante copado.
mientras esperas tu comida te brindan unas riquisimas empanadas que hacen de la espera algo hermoso.
La parrillada es bien completa y abundante, las papas fritas son perfectas!
Los postres son deliciosos y lo copado es que podes pedir el postre Totin que es una bandeja con todos los postres y es genial para compartir.

AMOR ETERNO A TOTÍN.
La ubicacion del lugar es brillante.
Si bien no se destaca demasiado en nada respecto a otras parrillas de la zona, lo que esta bueno de Totín es que no te llevas sorpresas respecto a precios y calidad.
Caimos ocho personas y nos hicieron lugar enseguida.
Cuando llegas te reciben con empanadas y una panera muy completa.
La parrillada es abundante y la carne es muy tierna.
Los postres son realmente deliciosos, ordenamos una bandeja con varios postres, la cual esta muy buena para los indecisos y para compartir entre varios.
Excelente lugar.

Que difícil es reseñar a Totin. Fundamentalmente porque esta rodeado de competencia y no se destaca por sobre ninguno de sus rivales. Sobre Alvarez Thomas desde Lacroze hasta Galvan hay no menos de 10 parrilla con buen nivel (Totin, Lo de Charly, El boliche de Nico, Thomas Heredia, La Rana — y la lista sigue).
El lugar no es tan amplio, a pesar de que agregan mesas (con ambiente climatizado) en la vereda. En el prime time del fin de semana es difícil caer con un grupo de amigos y encontrar fácilmente lugares libres.
La carne es buena pero no dejo de pensar que es una cuestión de suerte. En una misma cena probé el asado y el vacío y la calidad era radicalmente diferente. Muy tierno el asado mientras que el vacío parecía chicle. Creo que en este aspecto para librarnos de sorpresas hay que pedir un matambrito tiernizado y chau picho. Los precios pueden parecer muy altos pero obviamente con una porción comen 2 personas de buen comer. Son generosas. Igual no es la parrilla más barata de la zona. Tampoco la de mejor calidad.
La carta de vinos es floja. De lo que te muestran, no tienen todos. Mucho malbec, un poco de cavernet sauvignon. No mucho mas.
Volvería. Y de hecho vuelvo, porque soy de la zona. Más por inercia que por merito propio.

Este lugar esta bien ubicado… si estas de paso y se te antoja asado. Quizas no para repetir ya que su propuesta es bien simple… parrila, rico y abundante. El trato fue cordial pero no resalta nada de lo que te pueden ofrecer, mas alla de saciar tu necesidad de carne ya que pasabas por ahi.

Me gusta donde está ubicada esta parrilla, en la esquina del boulevard y por avenidas reconocidas donde siempre tenés lugar para estacionar un fin de semana, comer una parrillita y seguir paseando.
Eso es lo hice un fin de semana en Totín. Digamos que ya era pasado el mediodía, esos días que arrancás tarde porque tuviste una noche larga y la mejor opción es ir almorzar una rica parrilla y porque no después una buena siesta. Por suerte todavía no había cerrado, así que pudimos entrar y la verdad pedimos lo que quedaba en la parrilla con una ensalada, fritas y gaseosas. Bien simple, rico y abundante.
El trato fue cordial y hasta el mozo nos hizo unos chistes porque habíamos llegado medio tarde ya para la merienda y la pasamos bien.
Un lugar de paso, de vecinos del barrio para comer una parrilla sencilla pero rica y seguir rodando por la ciudad de la furia.

El lugar es pintoresco, es una casona chiquita pintada de amarillo y bordó. Los precios son baratos pero la comida es muy medio pelo.
Cuando fui pedí una parilla y la carne estaba un poco quemada y el chorizo frío.
Las papás ricas y a punto. Las achuras ricas (las mollejas muyyy recomendadas!!) y el pan fresco!
Lo que me gustó de ir a comer a Totín fue comer afuera en las mesitas a la noche, en la calle. Los mozos son buena onda y adentro físicamente está bueno, pero es chiquito.

Donde se cruzan Alvarez Thomas, Los Incas y Holmberg quedó una pequeño triangulo, donde se construyó una casa antigua que da lugar a la parrilla Totín en la plata baja y a un centro cultural de Proyecto Sur en la parte superior. Esta curiosa ubicación ya le da un toque distintivo de por si, antes de clavarle el tenedor a nada.
Los cortes, sobre todo de carnes, son muy buenos, las papas excelentes y las achuras aceptables. La atención es bastante rápida, y nunca falta la empanadita mientras esperas. Faltaría quizás una variedad un poco mayor en bebidas, o que realmente estén todas las que figuran en el menú.
En la parte de adentro suele estar bastante lleno, y sin mucho espacio para regalar, por lo que suele ser conveniente alguna de las mesas de afuera, protegidas por el toldo, aunque sea bastante ruidoso el tráfico.