El Emergente

Es una casona vieja devenida a bar para ver bandas en vivo en la zona del abasto. Es cero caretaje, podés ir vestido como quieras y no te van a mirar mal. Hay gente fumando adentro del patio (tabaco y otras cosas). Tiene una barra pero no esperes nada sofisticado, es cerveza y algo para acompañar.

Un antro. Atractivo para quienes disfruten de ellos.
No me tomes a mal, fan de la pizza birra faso, pero por más que el lugar esté orientado a un público que, evidentemente no soy yo, no puedo dar más de dos estrellas a un predio en donde sirven gaseosa en vaso y en donde la silla tenía un clavo que me rasgó el pantalón.
Fui invitado por un amigo que tocaba esa noche. Me sorprendió el nivel de las bandas que se presentaron (todos muy buenos!).
Es una casona reciclada, con patio para fumadores (de todo tipo) con hermosos murales y graffities. (Ver fotos adjuntas).
El predio cubierto, en donde está el escenario, cuenta con mesas bastante amontonadas, incómodas, pero estando con una banda tocando en vivo a metros tuyo terminas por olvidarte hasta de en donde estás.
La atención es muy buena, como experiencia zafa, no sé si volvería.
La entrada general cuesta $ 30. (Agosto 2015).
Saludos,
I.

A pesar de ser del barrio, recién llegué a El Emergente por El Club Seitan que se organiza una vez al mes y agrupa a productores de comidas veganas. La entrada es accesible (me cobraron $ 30).
Lo que más me llamó la atención es la decoración del lugar, con las paredes llenos de grafitis. Es una vieja casona, que por afuera no llama la atención, pero por dentro está dividida en tres partes: dos salones, uno más chico, con un escenario donde se presentan bandas todas las noches. Y un patio semi techado. A pesar de esto, cuando hay shows en los escenarios, se cierran las puertas del salón y se vuelve muy caluroso.
La propuesta de bebida y comida es bastante amplia y en precios accesibles, aunque la cocina tarda mucho.
Todas las noches tienen distintas propuestas que publican en eventos de facebook. Volvería para pasar una noche tranquila con amigos, escuchando música y cerca de casa!

Es un bar muy bien decorado, con una buena organización, pero con un local de eventos camuflado de boliche, especialmente por el precio de entrada, comida y bebida
.
Tiene un escenario para bandas que pasan en la noche. En el salón se cierran las puertas para dividir el sonido de la música en vivo con el patio para fumadores.
A pesar de los altibajos, es un buen lugar para conocer, pasar un buen momento con amigos, para jugar al metegol o de a dos en un videojuego inmortales los dos.

Ubicado en la zona del abasto en una vieja casona, es una propuesta original para ver bandas o disfrutar de alguna muestra.
Tienen un patio (ideal para fumadores) y un salón con algunas mesas (bastante caluroso, eso sí!).
La oferta de bebidas y comidas es amplia, aunque lo malo es que tardan un montón en la cocina!

El Emergente es exactamente lo que dice su nombre: un escenario que emerge del underground para que bandas que recién comienzan a girar tengan un espacio para tocar. Abre todos los días a partir de las 20.00 hasta cualquier hora de la madrugada y en un ambiente cálido y oscuro brinda música, alcohol y comida para los que no tienen ganas de pagar 100 pesos para asistir a un show con sabor a nada.
La didáctica también forma parte del mundo de El Emergente: puertas adentro de este galpón de Almagro se realizan talleres, charlas, proyecciones, muestras de fotos y pinturas y encuentros. Todo a un precio amigo y siempre con gustito a nuevo.
La distribución del lugar hace que la experiencia sea muy amena. Un salón principal con el escenario frente a sillas mesas y una barra y un patio para fumadores con pintadas en las paredes y estantes para apoyar la bebida. Todo con un look de casona antigua porteña, techos bien altos y ventanales coloniales. En ocasiones pinta el ping pong o el metegol. Muy divertido.