Elite Barista en Negro

El sueño de mi vida es un día despertarme y que mi casa huela como huele Negro.
Café y cosas ricas. Basicamente en eso se centró la experiencia del evento. Es un lugar chiquito, íntimo, decorado con muchísima onda y atendido por gente enamorada de lo que hace.
Fernando es un animal, sabe una banda de café y se nota a la legua que le encanta compartir ese conocimiento.
El plot-​twist de la tarde fue que en vez de comer y tomar café como cerdos, ibamos a hacer de baristas y aprender cómo funciona una máquina de espresso para despues hacer nuestros propios cafés. Y después comer comer y tomar café como cerdos.
Estar del otro lado de la barra fue una experiencia genial, muy divertida y a pleno espíritu Unilocaler. Hace mucho que soy medio adicto al café pero nunca se me ocurrió poder hacer café rico de verdad en mi casa. Después de este evento cambié de opinión, ya estoy eligiendo máquina y curso de barista.
Fernando nos recibió con la consigna «Mi idea es que hoy se vayan con las manos temblando» y cumplió con creces. Una vez que se me pasó la taquicardia pude dimensionar lo divertida que fue la tarde y lo bien que se la pasó. 5 Stars merecidísimas.

Hace unos cuatro años compré una máquina espresso hogareña y hace cuatro años intento sin mucho éxito reproducir en casa el buen café que uno puede tomar en las cafeterías de especialidad. No hay caso, esas máquinitas hacen lo que pueden. Por esa razón, haber logrado preparar y servir espressos y capuccinos en Negro y con una máquina como la Nuova Simonelli fue una especie de sueño cumplido.
Participé de pocos eventos elite de Unilocal,pero no creo que haya uno mejor que este (igual, ¡ojalá me equivoqué!). En principio, el lugar ya garantizaba un mínimo de calidad, pero la amabilidad, la generosidad y la pasión por el trabajo de la gente de Negro lograron superarlo ampliamente. Una breve charla de Fernando nos introdujo en la cuestión del origen del grano de café y de las mejores técnicas para extraer la bebida e inmediatamente pasamos a preparar nuestras bebidas. En grupos de tres, Fernando nos explicó y guió en la preparación de un espresso (desde la dosis justa de grano molido en el portafiltro, pasando por el prensado hasta la extracción). En segundo lugar, recibimos las instrucciones pertinentes y preparamos sendos capuccinos. Y, finalmente, practicamos un poco, con suerte dispar, el arte latte. A todo esto, mientras bebíamos litros de café preparados por nosotros, probamos pain au chocolat y unos brownies demenciales.
En fin, sin lugar a dudas, 5 estrellas para el evento y 5 estrellas para Negro.

Que bueno vivir como esta gente!
Ya de por si Negro te enamora, es hermoso, cómodo y rico y eso combinado con un evento Unilocal te vuela la cabeza!
Soy amante de un buen café, por eso ya era asidua de negro y conocia la onda caracteristica y su buena atencion. Por eso cuando vi el evento me anoté me inmediato.
la.consigna era clara: divertirnos mientras aprendemos y hacemos nuestro propio café, y asi transcurrió toda la tarde.
nos reimos, tomamos tanto café como nuestros cuerpos soportaron, y desgustamos brownies, pan de chocolatr y unos ricos tostados RIQUÍSIMOS!!!
Gracias a Negro, a Unilocal y a todos los elite que siempre estan con la mejor onda.
si no fueron nunca a negro vayan urgente, URGENTE!

Creo que este lugar es el mejor exponente que conozco del amor por el café. Así de simple.
¡Qué lugar tan precioso!
Entramos sobre la hora del cierre, después de que nos prepararan la barra para nosotros. Fernando, el dueño, nos dio la bienvenida y nos contó cuáles son los detalles para reconocer y diferenciar un buen café. Además nos mostró las máquinas que ellos usan y todos los procesos que tienen para lograr un café perfecto. Después de eso vino mi parte favorita, donde nos invitaron a pasar del otro lado de la barra para hacer nuestro propio café. Primero hicimos espresso y después capuccino, ¡con arte latte incluido!
Mientras todo esto pasada comimos brownies de chocolate, pan au chocolat y sandwiches que claramente fueron mis favoritos pues soy militante del #teamsalado.
La pasé super bien y me encantó poder ir a un evento de Unilocal Buenos Aires. ¡Los Unilocalers porteños son geniales!

Otro Evento Elite, otra genialidad…
Negro, es un lugar genial, una cueva para los cafeinomanos, donde no solo tratan de dar un producto excelente, sino lo hacen con calidez y humildad.
Llegamos 18.30 y ya en la entrada estaban los élites esperando, comandados por Lelu… riéndonos y presentándonos, genial evento.
Ya a las 19hs y con el lugar a puertas cerradas entramos, nos recibió Fernando y su mujer Maria, y mientras nos acomodábamos y matábamos con fotos al lugar jaja! Ya nos veíamos atrapados por el lugar.
Lo primero que notamos del lugar, es chico pero cómodo, mesas, una barra, una biblioteca llena de Cafeteras de distintos tipos y estilos.
Al empezar y entre risas, nos avisaron que los batistas íbamos a ser nosotros jaja! Fernando nos dio una buena charla, llena de buena información, buena onda y amor por el café.
Nos explico como se muelen, la densidad, de donde vienen los granos que utilizan, como comenzó su amor por el café, al empezar y de la mano de los Élites valientes, pudimos probar los expresso acompañados de pain au chocolat riquísimo, brownies, y mucho mas,
Fue genial poder estar del otro lado, hablar con los dueños, utilizar las cafeteras industriales, moler los granos, sentir el olor, color de hacer un café de calidad
Frenando con mucha paciencia y dedicación nos explicó todo, que rico café, tacitas pequeñas de magia ácida, y mucha intensidad
Seguimos aprendiendo como hacer Capuccino y White Flat. A espumar la leche sin quemarla. y a hacer Latter art…
¡Gracias Negro, gracias Unilocal

EL MEJOR EVENTOOO! Gracias Unilocal,nunca nos dejamos de sorprender!
Al llegar nos recibía un cartelote que decía «2×1 en lo que quieras si venís con Marty McFly» AMOR.
El lugar se vació al horario del cierre y ahi fue donde los Unilocalers invadimos esta cueva de café, con un aroma exquisito y una charla prometedora. No sólo prometió sino que cumplió y con creces!
Fernando comenzó a contarnos todo el amor por el café, detalles mínimos que hay que reconocer y saborear para notar que un café es bueno. Acto seguido nos comentó la maquinaria que utilizan y los procesos que lleva utilizarla y TANTATNATNA nos invitó a hacer nuestro propio expresso! La verdad es que tenía MIEDO PÁNICO SUSTO TERROR de quemarme de alguna forma, soy muy torpe y lo reconozco. Pero Fernando 100% amor, paciencia y dedicación nos explicó todo maravillosamente. En ese momento, María servía unos pan au chocolat que NUNCA OLVIDARÉ y creo que unos brownies pero no llegué por estar haciendo el café.
Luego siguieron los capuccinos con su explicación y todos fuimos invitados a realizar nuestro latte art.
Ya EXPLOTADOS de café, María trajo unos terribles sandwiches en pan blanco y negro y se dio fin al evento. Volveremos en forma de clientes!
IMPRESIONANTE, un millón de gracias Unilocal

— Flores, ¿aceptas por esposo al café de Negro?
— Sí, acepto.
Lamentablemente, así no terminó el evento, aunque me hubiera encantado.
Negro es un lugar que se caracteriza por la dedicación que le ponen a toda la magia que sucede detrás de la barra, y ayer no fue la excepción.
A pesar del día probablemente muy arduo de trabajo, Fer y María nos recibieron con su mejor sonrisa, frescos como si fueran las 8am y recién estuvieran arrancando.
Comenzaron con una charla introductoria sobre el café con el que trabajan, su experiencia como barista, cómo reconocer un buen café, y demases incumbencias. Luego, LO QUE REALMENTE IMPORTA: nos explicó UNA SOLA VEZ cómo hacer un expresso, y después nos hizo pasar.
KE NERBIO, MARTA.
Jamás me habían temblado tanto las manos. Yo pasé para hacer el capuccino, y no llegué al extremo de Lelu de quemar la leche pero se ve que tengo poca tolerancia al calor porque me había quedado un poquito fría. Arruiné uno, pero el otro me salió mejor. Con ESA taza hubiera querido casarme, sí sí señores.
También tratamos de hacer latte art, pero no a todos nos salió bien. El premio mayor se lo llevó Lucas A., que hizo nada más ni nada menos que el logo de Negro. La ovación de la tarde/​noche, sin dudas.
Mientras jugábamos a ser baristas por un rato, María nos iba trayendo unos pedacitos de brownies caídos del mismísimo cielo de los brownies para nosotros, y unos pan au chocolat que estaban buenísimos. Antes de irnos, nos dieron unos sanguches en pan de salvado y blanco, tostados, también riquísimos.
La atención excelente que recibís en Negro en cualquier día, ayer se duplicó y triplicó y todoslosnúmeros-​plicó para nosotros. Salí de ahí con una sobrecarga de energía y una felicidad tremendas, quería omitir la cena para poder quedarme con el gusto a ese café en la boca forever and ever (claramente no sucedió).
Después de ayer, amamos AÚN MÁS Negro, amamos AÚN MÁS Unilocal

10 stars. No puedo agregar nada a Negro que ya no haya gritado a los cuatro vientos en twitter, en la ficha de Unilocal o vía boca a boca. Es perfecto. Es hermoso. Es rico. Es mi cafetería preferida de toda la ciudad.
Fernando y María nos recibieron de mil amores (como reciben a todos sus clientes, doy fe porque SOY LA DUQUESA), y ya con las puertas del local cerradas, haciendo un espacio exclusivo para nosotros, comenzó la charla explicándonos las características básicas del café y de ser barista.
Luego de meterle mucho suspenso y asustarnos con todas las explicaciones y movimientos de manos mágicos que hay que coordinar para que salga bien, nos prestaron su máquina de hacer café y nos dejaron operarla (cada uno hizo –o intentó– hacer un café); hicimos expressos, capucchinos y latte art (fracasamos todos y never 4get que Lelu rompió la leche).
Nos convidaron con riquísimos pains au chocolat, y cuadraditos de brownies que eran pedacitos de cielo con arcoíris (los más ricos que probé en mi vida). Acabo de leer que Rocío se los perdió y TE QUERÉS MORIR ROCÍO. Y como si esto fuera poco María se puso a hacer unos paninnis con cheddar, jamón y tomate seco que Dios te Salve. Por supuesto que luego de ahí me fui bien despierta y no cené (not a true Unilocaler).
Del lugar en sí no voy a hablar porque ya lo describí en la ficha de la cafetería. Solo voy a decir que LOS QUIERO UN MONTÓN.

Nos enseñaron a hacer espuma de leche y la quemé.
Ya habiendo dicho eso comienzo mi reseña: ¡Qué belleza este lugar! ¡Qué preciosa esta experiencia! Como todo evento de Unilocal,lo especial sale a relucirse y juega un poquito con la magia que los caracteriza. Negro no fue la excepción, subió el nivel de todo lo bueno y lindo. ¡Nos sentimos en todo momento como en casa y no queríamos irnos!
Nos enseñaron a hacer Espresso, Capuccino y Flat White. A espumar la leche sin quemarla. A hacer coffee art. A degustar un buen café. Claramente fue una de las demostraciones de amor más grandes a las que asistí en estos últimos años. Nos mimaron con cosas DELICIOSAS, todas mega recomendables.
¡Siempre es hermoso compartir momentos así!

Que linda manera de estrenar mi categoría Elite!
Fue un gran evento, plagado de buena información, buena onda y coronado por un café delicioso que ENCIMA vino acompañado de un pain au chocolat 10pts, brownies, sándwich, que más se puede pedir? Ah si, que los mismísimos dueños de Negro te dejen pasar del otro lado de la barra, te dejen jugar con sus máquinas y te cuenten sus secretos.
Fernando y Maria le pusieron mucha onda y paciencia, dándonos lugar a cada uno de los 12 afortunados a que aprendamos a diferenciar un buen espresso de uno quemado, como espumar la leche y que logre una cremosidad ideal, y, los más talentosos, incluso se dieron el gusto de practicar artelatte/​latteart.
Esta mañana cuando me prepare el café en mi casa me dio un poco de nostalgia pensar lo rico que fue el de anoche y lo que estaba tomando yo pero ya volveré con alguna excusa a microcentro (o no) y compraré un cuarto de esos granos de café que jusssto se agotó delante de mis narices!
Celebro la llegada de cafeterías de especialidad a Buenos Aires como Negro, ojalá contagie al resto!

Si lees mi reseña de Negro de hace poquito vas a notar que prometí volver para probar un espresso y un capuccino. Por esas jugadas del destino quedé nominado para la Cata que hoy reseñaremos y amiguitos, me dí el gusto de eso y de mucho mas, como leerán a continuación!
No es mi primera Cata de café. En la anterior de una cafetería de la competencia lograron sacarme el mal habito de consumir el café con edulcorante o azúcar, lo cual en lo personal fue un avance terrible, pero NEGRO tiene una magia particular, una dedicación y empeño que expresé en mi reseña y por ende esperaba muy ansioso esta cata, donde también oficiamos de baristas.
Ni bien llegamos Fernando, el encargado del local, nos recibió al pequeño grupo y nos dio una breve explicación de la misión del local, del tipo de granos orgánicos de cultivos pequeños que utilizan, de la experiencia de los baristas y de la diferencia en calidad y servicio que destaca a NEGRO de otras cafeterías.
Arrancamos con la opción mas básica pero favorita de muchos, que es el espresso de 30ml. Nos mostró el método de confección correcto en cuanto a molido de café, prensado y cantidad de agua lo que genera un café con crema y la acidez y textura justa, que se disfruta a pleno sin necesidad de endulzar. Paralelamente, dejó corriendo 30ml mas en un vaso aparte para mostrar lo que es un café reutilizado, sobreexigido y aguado, muy habitual en ciertos bares clásicos de Buenos Aires donde te atienden mal y a las apuradas.
Una vez degustado el espresso algunos de los Unilocalers pasaron e hicieron uno ellos aprovechando las indicaciones de Fernando, y los fuimos tomando mientras comíamos pan au chocolat y unos deliciosos y potentes Brownies de chocolate.
La segunda tanda fue el capuccino. Ahi estaba la duda de varios que fuimos inicialmente a NEGRO a tomar un flat white. El capuccino básicamente es un espresso doble con un tres cuartos de espuma, a diferencia del flat white que tiene mas proporción de leche en estado liquido. En esta etapa nos enseñaron a calentar la leche en jarrito de metal usando el vaporizador de la maquina Italiana. Fue mas complicado de lo que parece, hay toda una técnica para hacerlo correctamente y que la leche no se queme. Una vez que tuvimos la medida justa usando el tacto podías dejar tu café al estilo Flat White, Capuccino o hacer dibujitos latte art usando el pulso. Nos divertimos bastante en esa etapa y mas de uno logró muy buenos resultados.
Muchos cafés luego, acompañados por unos impactantes sanguches de cheddar en pan de salvado, terminamos la noche completamente saciados.
Un toque excelente, a diferencia de otras catas, fué que Fernando se tomara el tiempo de explicarnos absolutamente todas las técnicas y dejarnos jugar a ser Baristas por un rato.
La pasamos genial y aplaudimos que sigan habiendo eventos de este alto nivel!

¿Cuándo diría uno ‘ah, cómo me gustaría ir al microcentro todos los días desde tempranito a la mañana hasta la caída del sol’? Cuando conoce Negro.
Nos encontramos en la puerta de Negro mientras esperábamos que fueran llegando todos los invitados y se hiciera la hora de invadir esta genial cueva de café con Lelu y los Unilocalers. Cuando sus puertas se abrieron exclusivamente para nosotros nos acomodamos alrededor de la barra para escuchar a Fernando que nos explicaba un poco sobre Negro y la movida barista que fue floreciendo en Buenos Aires.
María iba preparando cosas para comer, también, porque no solamente nos dejaron aprender cómo hacer espresso y cappuccinos (y hacerlos nosotros mismos, NOSOTROS MISMOS, en esa máquina hermosa y mágica que tienen) sino que hasta nos dieron de comer de todo. ¿Y qué más? Hermoso arte en las paredes, cortesía de Rodrigo que también se animó a preparar unos cafecitos para la hinchada. Genios totales.
Una paciencia eterna para explicar todo, para mostrarnos cómo se hacen las cosas y dejarnos intentar una y mil veces. La verdad es que la buena onda de Fernando y María no tiene nombre, se pasaron con todo lo que hicieron por nosotros. La pasé absolutamente genial y la verdad es que dan ganas de recomendar este hermoso lugar a quien vaya a escucharme.
Un delicioso, aromático y adictivo evento. ¡Gracias Negro, gracias Unilocal

QUE LOCURA SER ELITE. Amamos Negro, esta clarísimo, pero esta vez en vez de ir a visitar esta cueva podríamos decir que jugamos cuasi de locales.
Fernando y María nos recibieron con una sonrisa gigante y los brazos abiertos para mostrarnos el mundo del café desde otras perspectivas. Primero tuvimos una charla a modo informativo y mientras Fernando lo hacia nos iba enseñando en forma clara lo que hacían allí. Pero, sumándole a esto, «jugamos a ser baristas» ¿CÓMO? Siiii, Fernando (no se como se le ocurrió) nos presto toda su cueva para que nosotros mismo vivamos ser baristas un rato haciendo espressos y capuccnos. LO AMAMOS ETERNAMENTE POR ESO. Las máquinas, cada paso, HACER CAFÉ FUE HERMOSO, creo y aseguro que es el mejor evento del que me pudo haber tocado ir (y eso que fui al Perón Perón) ¿Por qué? En primer lugar soy fan del café y de Negro. Después, Fernando y María nos pasaron ese amor al café y nos dejaron jugar un rato, a vivir esa experiencia que siempre vemos de afuera como si fuera un laboratorio de química. Y en tercero y no menos importante, nos dedicaron su tiempo. Eso no se paga (y eso que un buen Unilocaler sabe dejar propina).
Para acompañar el momento glorioso hubo una Expo de obras de Rodrigo Caretti que con la lista de Spotify terminaban de poner magia en una tarde/​noche genial. Además de que nos dieron mucha comida, aparte de empacharnos de riquísimo café ‘hágalo usted mismo’, comimos. Nos fuimos más que felices y despiertos (:
En fin, si no conocen Negro, dense una escapada, no se van a arrepentir. GRACIAS NEGRO, GRACIAS FERNANDO Y MARÍA.
PD: para Santi que lo mira por tw, eso te pasa por abandonarnos.