Feria Masticar

La ultima edición de Masticar fue mas grande, mas gente, mas colas… me gusto pero últimamente me esta atrayendo mas la parte de «productores» que la de Consumo, pero claro, uno ya esta ahí y algo quiere probar!
Este año el predio se expandió mucho mas, y aun no alcanzo, lastima que para expandirse quitaron a unos chicos, su lugar de deportes, una desilusión.
Excelente el Chorizo de Pacu de El Baqueano! Lomo de liebre! El Risotto de Dolli, Jamon de Pato… porciones chiquitas pero bien vale la pena para despues ir a la «fuente».
Como trago debo destacar el «Bacon Julep» mama! jaja de Ines de los Santos.
Había muchas propuestas y mucha gente, por suerte pude ir un dia de semana y no sentí tanto las colas.
En la parte de productores note mucha menor cantidad sin tanta muestra, parece que el tema económico se muestra fuerte, en los pequeños productores que vienen de lejos.
La entrada cuesta $ 80 y dentro del predio uno se maneja con billetes Masticar, fácil se gastan $ 300, por suerte los billetes se pueden comprar con tarjeta.
La contra ademas de la gente, este año! Ticketek, tuve que hace mas cola en ticket con tantos sistemas de E-​Ticket, la verdad un despropósito!

Fui a las ediciones de 2014, 2015 y a la de mayo de 2016. Salvo los dias jueves y viernes y sabado temprano, el fin de semana se llena de gente y se hace muy dificil disfrutar la feria. Aun habiendo ampliado el predio utilizando calles y un polideportivo público para la edición 2016, el mismo colapso quedando gente afuera y con colas de 2 horas para entrar. La zona del mercado de productores tuvo un espacio más chico que otros años pero con buenos precios en algunos puestos y buena cálidad de productos. La comida muy cara para porciones pequeñas en au mayoría con la molestia de tener que comprar tickets por un minimo de 200 pesos, que si bien se devuelven en caso de sobrar, se deben hacer largas filas para su reintegro lo cual es muy molesto. Lo destacable es la calidad y excelencia de algunos platos preparados por grandes cocineros y restaurantes destacados como Chila, Elena, La Mar, I-​Latina, Crizia y El Baqueano. Solamente por esro último vale la pena pasar por los mencionadado previamente.
Creo que teniendo un fuerte subsidio del gobierno de la ciudad tanto por desembolso directos como cesión de un premio, debería mejorarse la organización de manera que se realice en un predio más grande y que el costo de la entrada pueda canjearse por vales para consumir.

Volvimos con madre a Masticar porque si hay algo que se ha hecho siempre en la familia es comer bien. Y eso es algo que se hace acá. Llegamos relativamente temprano, lo que nos facilitó llegar con bastante facilidad por ejemplo, a El Pobre Luis y probar la mejor Pamplona que comimos en la vida, con una empanada frita de carne que estaba buenísima. También comimos la promo de bohios de El Ciervo de Oro (buenísimos!) y el waffle de papa y salmón del puesto de los Petersen (que también era una locura, pero al que le faltaban cubiertos. Parece una boludez, pero no). El postre de Chila era una reversión de queso y dulce que vale la pena en serio probarla. Aceites de La Toscana, hongos de Porto y una torta galesa gloriosa de Memorable también un 10.
Coincido como leí que la entrada 80 pesitos me parece cara. Y que si bien con la ampliación hacia el polideportivo trajo más espacio (y también más problemas para los chicos que no tuvieron ese espacio por más de 10 dias), llega un momento en que la cosa se pone intransitable. Tienen que laburar seriamente sobre estos temas a futuro.

Tercer años consecutivo que asisto a Feria Masticar. Es genial ver como esta propuesta crece año a año.
Masticar nos ofrece muchísimas opciones gastronómicas de alta calidad en un mismo lugar. Este año los precios de los platos iban de $ 40 a $ 80 el más caro. Las porciones no suelen ser muy grandes, salvo por el ChoriBondi de La Cabrera que ofrece sándwiches tamaño normal. La oferta es super variada, es una excelente oportunidad para animarse a probar de todo. Además de comida hay distintas barras de bebidas, tanto de cerveza (Patagonia y un Truck de artesanales) como de Cocktails (Jameson, 878, entre otros). Por otra parte, hay un sector dedicado a un mercado de distintos productos, que noté tuvo menos variedad que las ediciones anteriores.
El valor para ingresar al predio cuesta $ 80. Dentro del predio te manejas únicamente con billetes Masticar que se venden en talonarios de a $ 200 que podes pagar en efectivo ó con tarjeta de crédito. Si te sobran billetes los podes cambiar a la salida.
Recomiendo en lo posible ir el primer día que suele ser Jueves y si van el sábado o domingo vayan lo más temprano posible porque se llena de gente. Aunque ampliaron el predio este año, a las 15hs del Sábado ya había mucha gente en los puestos de comida y transitando.
Excelente propuesta!
Recomiendo!

Bancamos mucho Masticar. Es una lindisima opción de salida cada vez que está. En esta edición mejoraron varias cosas, aprendiendo de errores del año pasado.
Mucho más espacio, usaron el polideportivo de Colegiales y cortaron algunas calles, lo cual trajo un poco de quilombo al barrio e incluso varias protestas.
Por suerte el clima acompañó bastante el sábado y se puso muy lindo para probar algunas cervezas y tragos en el patio cervecero mientras te impregnabas un poco de olor a las hermosas parrillas.
Lo bueno? La milanesa de cerdo de Donato, lo del Pobre Luis, los tragos de Florería y 878 y las Guapaletas.
Una oración aparte merece el risotto con osobuco de Dolli Irigoyen, riquisimo, perfecto, un manjar.
Dolli, si estás leyendo esta reseña te vuelvo a repetir lo que ya te dije varias veces en vivo TE QUIERO MUCHO. Sos la tía que todo ser humano debería tener.
Lo malo? Me dio la sensación que había menos cosas en el Mercado. Y como leí por ahí, es bastante malo que cobren entrada, a lo sumo podrían darme ese valor en «billetes masticar»
En resumen, necesitamos más Masticar por año. Necesitamos un espacio fijo, al estilo Borough Market o Quincy Market donde podamos ir a comer mucho y variado.

Mi primera vez en la feria y la recomiendo por todas partes.
Los mejores puntos gastronómicos ubicados en un mismo espacio para que a una módica suma de dinero podamos disfrutar de sus mejores platos ¿Qué tiene de malo todo este plan? NADA.
Recomiendo ir temprano y recorrer con paciencia, es una experiencia que se disfruta sin vorágine.
No lo duden, si todavía no fueron, ¡vayan!

Fui el viernes a la noche, extra fresco pero menos gente!
Es la primera vez que voy así que no puedo comparar con otras ediciones sino con otros eventos del estilo.
El predio me pareció muy amplio, aunque los vecinos no estuvieron de acuerdo con la ubicación y se manifestaron en contra en la puerta.
Adentro, muy cómodo con muchas opciones de comida y bebida.
Cerveza en vaso pequeño de plástico, sólo una y pasé al vino. $ 100 por copa de vidrio que son devueltos al final, y la posibilidad de probar distintos vinos, me pareció mucha mejor opción!
Principales:
Boniato de Boca de Lobo, muy rico el mío, frío el de mis amigos
Tamales de chicoana, faltaba sazón
Hamburguesa de Carne, no defrauda!
Lasagna de Italpast, rica y porción abundante
Postres:
Dolce Morte de Elena, me encantó! Pero sólo a mí… Para el resto demasiado ahumado
Membrillo de Crizia muy original
Panqueque de Panadería de Pablo, una propuesta más clásica y bienvenida
Y aún así me quedé con ganas de probar mil cosas !!
Muy buena experiencia, y gracias al descuento de hsbc definitivamente volveré otro año.

Es la primera vez que voy a Masticar y me pareció un golazo. La variedad de platos es increíble y todos los que pude probar estaban geniales. Para descatacar: El chorifish de La Mar y el tiramisu de Cucina Paradiso.
Los precios de la comida (50, 70, y 80 pesos) estaban bien con el tamaño de las porciones, sobre todo considerando que son platos hechos por los mejores cocineros del país. El market estaba lleno de productos excelentes pero los precios estaban por las nubes.
Quise llegar a las 12 para aprovechar antes que se llenara de gente y abrieron 20 minutos más tarde. Eso puede perdonar el primer día, no el tercero. Igual hasta las 14 se podía caminar y comer tranquilo pero después ya había colas por todos lados y empujones para moverse. Y eso que la entrada salía 80 pesos!
Otra cosa a corregir es que necesita un estacionamiento. Habiendo ido temprano conseguí lugar en la calle pero para cuando me fui todas las calles alrededor eran una locura. Trapitos por todos lados y estacionamientos llenos.

ACTUALIZACIÓN (?):
El evento está piola. Está buena la movida, comés rico, la pasás bien, pero también me surge un «conflicto de intereses» (?)
Todo eso que nombré está bueno, pero a su vez, me parece bastante choto que el GCBA les pague $ 9.000.000 por realizar el evento en un lugar público (cortando calles y un polideportivo), cuando tendría que ser al revés, y a su vez tener que pagar $ 80 la entrada, y los platos tampoco son un regalo.
Habría que ver como (re)organizar todo eso, porque los de ACELGA se la están llevando con pala entonces.
Hay un par de detalles a tener en cuenta: Jueves y viernes son los días ideales para ir, pero si laburás se torna medio complicado. La opción de ir un domingo es casi un suicidio. Ir el sábado apenas abren fue una buena decisión.
A eso de las 12 se puede pasear relativamente tranquilo, haciendo pocas colas.
A las 16 se convierte en el infierno.
Los precios? Mmmm. No son un regalo, tampoco son un afano. Podemos denominarlos entre medios/​caros, pero todo depende según el stand.
Lo mejor, fue nuevamente el tiramisú de Donato ($ 50). Muy bien le ciervo neuquino de Pablo Buzzo, y los crepes de «No recuerdo el nombre» (?), $ 80 pero eran gigantes.
La empanada negra (¡Qué feo suena eso!) de Chila fue una de las sorpresas. No era MUY distinta a una empanda común, pero que sea negra nos llamó la atención a todos. Así de básicos somos los humanos (?)
3 Estrellas. Suma por el lado de que se la pasa re bien y se come rico.
Resta por el lado de que me parece que me están choreando un poco (y me dejo).
El festival raíz sería un ejemplo a seguir: En un lugar público pero con entrada gratis, platos accesibles, más stands para todos los gustos, y un lugar más amplio.

Después de cometer el error de ir domingo al mediodíà la primera vez (y eso que la concurrencia era bastante menos que la de hoy en día), me acomodé la agenda para ir siempre el primer día las siguientes ediciones. Para mi, es la posta. Vas el jueves, poca gente, poca fila, arreglas con 3 o 4 amigos y aprovechan para compartir platos y probar un poco más cada uno. Llegamos tipo 19 y nos quedamos hasta las 22.30.
Desde que arrancó me indignan 2 cosas (relacionadas):
— La entrada que no se traduce en plata para gastar adentro. Cobrame $ 100 si queres, pero damelos en vouchers. Cobrar para caminar por el predio me parece un despropósito.
— El tongo con Ticketek. 2016 y no usan ninguna plataforma que te permita mostrar la entrada desde el celular y entrar directo. La entrada es más barata que la de un cine, y sin embargo, si uno quiere comprar anticipada tiene que ir antes a retirar a uno de los 3 puntos de venta en CABA, hacer la cola junto con los que compran para Paul McCartney y encima pagar el 25% extra por cargo por servicio. Asociensé con Eventbrite o desarrollen una app propia, les debe salir más barato, y mejorarían la logística enormemente.
En cuanto a la edición 2016, celebro la expansión del predio (aunque entiendo que perjudicó mucho a los vecinos y los colegios que usan ese polideportivo). Si bien aumentaron los puestos de comida, me pareció que había menos puestos de productores. Y los que estaban, tenían pocos samplers para ver qué vendían, o no armaban promos ad-​hoc. Me llevé unos aceites saborizados, y un DDL artesanal, pero no terminaban de convencerme las propuestas en general. Seguramente sea algo de política interna la reducción, una lástima.
Las porciones son chicas, y si hacés la cuenta, gastas una fortunita. Pero la verdad es que es plata bien gastada, se disfruta mucho y se puede probar un montón caminando 200mts. Me parece un golazo. Deje mis recomendaciones de platos en los tips!
Ojalá puedan cumplir la promesa de hacer 2 por año, en el 2015 no llegaron, pero la idea es hacer de otoño y de primavera.

Esta edición fue realmente increíble, con más puestos, más espacios, más bodegas, más barras.
El estándar de calidad en la oferta es realmente alto: no escuché comentarios negativos sobre algún plato o puesto, y escuché pocas reseñas neutrales, pero en general hay un clima de que todo es rico y todo sale bien.
Personalmente, fui por pocos puestos pero valió la pena. El mejor para mí fue el de La Mar, con un chorizo de lenguado que nunca había probado. Otra gran revelación fue Guapaletas, que con sus helados artesanales realmente la rompieron.
Me parecieron caras las bebidas ($ 50 un vaso de limonada, $ 40 un agua), y creo que si pudieran vender bebidas sin alcohol a un precio más razonable todo sería perfecto.
El bonus de esta edición: hubo un mini show de Cirque du Soleil en el escenario de charlas.
Me encanta que en cada edición se superen ¡Volveré la próxima!

Impresionante esta última edición de Masticar. La verdad que es de esos programas que dan ganas de tener el tiempo (y el espacio en el estómago) para probar absolutamente todos y cada uno de los platos que se ofrecen.
En esta oportunidad, el predio era mucho más grande que en ediciones anteriores por lo que fue más cómodo para el público. ¡OJO! ¡ATENCIÓN! Es un festival gastronómico y a los festivales gastronómicos va mucha gente porque a la gente le gusta comer y a veces hay que hacer cola y a veces hay que esperar. Cosas que van a pasar siempre con diferente intensidad. Es importante tenerlo en cuenta.
En cuanto a la comida PORFAVOR. 60 puestos con opciones para todos los gustos, para aquellos que prefieren lo clásico (desde parrillas, hamburguesas, risottos y pasta) hasta platos locos, originales, que mezclan lo local con otras influencias. Mucho salado, mucho dulce y buenas bebidas (mucha variedad de vinos, bebidas sin alcohol, café Nespresso y otros, y cervezas –vi un stand muy concurrido de Patagonia– y un food truck de artesanal que estaba medio meh).
De lo que probé, mis preferidos fueron el pan chino de Crudo, el jamón de pato de Elena y volcán de dulce de leche de Yeite. Hay que probar también la empanada de yacaré de El Baqueano, el chorichang de Astor, el postre Dolce Morte de Elena, el chori de La Mar, las ostras de Crizia, el revuelto de Gramajo de Chila y +++++.
El tamaño de las porciones depende de cada uno de los locales, igualmente mi estrategia para estos eventos es ir con un grupo de gente que ame comer y que disfrute de invertir en emociones, ir comprando entre todos así se puede probar mucho. Otro tip para este (y cualquier otro festival) es chusmar los platos que hay antes de ir, marcar un par y, una vez ahí, hacer una recorrida para ver que es lo que más tienta.
¡Ah! otra cosa, la mayoría de los chefs atiende su propio puesto con re buena onda.
El mercado de productores locales es también genial. Hay un poco de todo, desde dulce de leche impresionante hasta vegetales y frutas difíciles de encontrar. Igualmente, a mi me atraen más los platos ya listos.
En fin, siempre que se pueda, hay que ir. Aguante invertir en comida rica.

Hay que ir! Si te gusta comer rico y tenés paciencia para hacer colas y caminar entre la gente.
Ampliaron el predio este año, así que se podía caminar bastante bien por la cantidad de gente que había. Pero el escenario quedó muy lejos.
Fui el día sábado a las 14hs, como teníamos entradas anticipadas entramos rápido.
Muy limpio, con tachos de basura por todos lados. No fui a los baños así que no puedo opinar de estos.
Esta edición probé langostinos bravos en Astor, picantes, crocantes y buenisimos. Eran 3 langostinos.
Como siempre las porciones suelen ser reducidas, y caras si uno valora la relación precio — cantidad, pero en si la valoración es precio — calidad, es muy buena!
Otra cosa rica fueron los pulpitos de Basa. También eran ¾ con unas papas, pimentón y crema.
En Pura Tierra probamos la liebre braseada en malbec y tomatican.
Y de postre una Guapaleta de chocolate blanco y frutos rojos. Y una babka en Mishiguene… Excelente y calentita. Muy rica!
Obvio que pasamos por el Mercado y nos trajimos unos champiñones de Porto, unos panes con chocolate de Le pi y un queso brie de Wapi.
Panza llena, corazón contento.
Es un buen plan para una vez al año, aprovechar a comer cosas más originales, salir de lo común.
Negativo: Empanadas de ceniza vegetal de Chila. Teníamos muchas ganas de probar las famosas empanadas negras. Según decía el diario de Masticar, salían $ 50 dos empanadas, precio lógico. Pero cuando nos acercamos al stand, nos dijeron que eso fue el viernes. El sábado era cada empanada $ 50, una estafa! Además que no cumplía con lo que ya estaba acordado en el diario, que te informaba precios y opciones de cada stand. Basicamente me parecío una falta de respeto, así que no las compramos.

Edición 2016 :
Muy buena! Muchísimas opciones y un predio expandido bastante lo cual facilita la distribución de la gente y stands (tomaron el predio de un colegio y una calle para esto, el barrio es un caos y hay protestas de los padres y alumnos del colegio en la entrada).
LA ENTRADA SIGUE COSTANDO PLATA y eso está pésimo. 80 pesos porque sí. Adentro hay menos áreas de compra de productos que otros años, mucho más barras (4), bodegas y stands de birra patagonia (creo que es la única que vi).
Varios Trucks, CARNE de La Plata, Muchas parrillas, etc.
Precios van desde 40 a 80 el mas caro. Las porciones son bastante pequeñas aunque algunas van mejor.
El goulash de Austria, el pastrón con hueso de mishingue, las arepas de ilatina, la pamplona de el pobre luis, la albóndiga de jabalí y ciervo, los ravioles de astor, el cebiche de la mar.
Otros highlights los chori de pacú y lenguado. Las mollejas de Tegui y las calabazas de Narda.

PODES IR A LA FERIA MASTICAR, Y CAMINAR SIN CHOCAR GENTE!
Espectacular la ampliación que hicieron, comparado con el año pasado el lugar es enorme. Si bien suele asistir mucha gente y hay que hacercola en los puestos, ahora se puede recorrer mucho más tranquilamente, sin tener que andar esquivando gente.
Con respecto a la comida, no hay mucho que agregar a todo lo que ya se conoce sobre la misma, EXQUISITO TODO.
Par mi gusto, las palmas se las llevaron:
Gravlax (Waffle de papa con salmón, queso y palta de LOS PETERSEN.
Sandwich de pastron 120gr de La Pastronería
–Cipres tonic de JULEP

Exploto la Masticar!
Definitivamente hay que ir el primer día antes que se avive la masa!
te cambia la experiencia, podes caminar tranquilo las colas no son infinitas, encontras alguna silla para sentarte a comer… hace la diferencia!
Impresionante lo que se expandieron! ademas del predio que tenían, coparon el polideportivo que esta en diagonal al galpon y 3 calles mas. Infinidad de puestos!
La tira de cupones es de $ 200… $ 60 $ 70 $ 80 sale un plato $ 50 algo para tomar…
hamburguesa en Carne de Mauro Colagreco (** Michelin, tranqui el tipo…) Exito! Astor Chorichang, Chori dentro de un Bao Moy bueno!, Gran Bar Danzon watermelon negroni, Diferente me gusto (2×1)! Bön Bouquet Crêpe de Dulce de leche, bomba lo compartimos entre 3! Pastron en Mishiguene, Banana bañada en chocolate de Narda que conseguimos 2×1
Si te sobro plata, en una de las entradas te reintegran los cupones que te quedaron!
Se la paso muy bien!

Primera vez en la Feria Masticar. Lindo espacio, cosas muy buenas, otras no tanto. Mucho rostro, tremendas señoritas y señoras, cocineros que no cocinan hace años, pero también de los que cocinan con mucho amor y productores de las provincias con real apego por lo que hacen.
Por lo que pude leer, esta vez el espacio es mucho más grande que en las otras oportunidades que se realizó el evento. Y a mi parecer la organización es bastante positiva.
La entrada se puede pagar tanto en efectivo como con tarjeta, teniendo como una especie de beneficio la gente que paga con HSBC.
El espacio esta dividido en lo que vendría a ser alta cocina, con los puestos de Tegui, Chila, Elena, Christophe y etcéteras. Junto con otra parte que vendría a ser la de carnes o brasas, donde hay puestos de parrillas muy conocidas.
El galpón cubierto tiene barra de tragos, otras de vino y zona de productores locales, junto con algunas casas un poco menos conocidas para lo que es el mainstream.
Esta muy bueno que haya un lugar para que las madres puedan amamantar a sus cachorros, una biblioteca rodante y de juegos para chicos, una razonable cantidad de baños químicos, y también la gran cantidad de bancos para sentarse, mesas o tablones para comer al paso.
Vale mencionar que hay una tarima donde se hacen las clases de cocina y el primer dia tuvo hasta una pequeña presentación del Cirque du Soleil.
Creo que en el espacio de vinos solo había alguna que otra bodega premium, siendo la mayoría buenos representantes pero nada que rompa el molde.
A mi entender, le falta una buena zona con micro cervecerías de distintas regiones nacionales, ya que es algo que ha explotado en el ultimo tiempo. En parte es entendible, por que Patagonia es uno de los sponsors. Y vaya uno a saber si no quiere que eso tome vuelo o valor en la feria.
Sobre lo que importa, que es la comida, les recomiendo (?) las empanadas al carbón de Chila — Buenos Aires Cuisine (70 ars), tamales de Chicoana (60 ars), el chorifish de La Mar Cebicheria Buenos Aires (70 ars), la Sidra Pülku de pera (50 ars) y también el cabrito de Elena Restaurante (80 ars). Vale también darle una chance a los helados de Guapaletas.
Hay que ir con unos cuantos ARS. Sabiendo que la entrada al predio sale 80, y después no se usa efectivo para consumir los productos que uno tenga ganas. Sino que debe comprar una especie de chequeras con valores de 200 o 400 pesos. Donde uno va gastando lo que va queriendo .
El promedio de gasto lo considero con la entrada en 500 pesos, pudiéndose ajustar tal vez a 400 si no sos muy curioso y no te querés llevar algún producto a tu casa.
Para completar la experiencia e ir preparado, la pagina web de la feria te establece una idea de que visitar, comprar o presenciar según tus ideas y necesidades. Por lo que es recomendable consultarla antes de ir a Masticar.
Vale la pena una visita, aunque si no te gustan las aglomeraciones de gente, definitivamente esto no es para vos.

Que genial que es este evento!
Hace 3 años seguido que voy y nunca me voy a cansar de ir. Este es año es la versión XL, con más lugar, más stand y agregaron un patio cervecero.
Traten de ir los días de semana porque el finde se llena y es imposible caminar.
Lo único malo a destacar es que te cobren entrada ($ 80 este año), no creo que haga falta ya que la gente adentro va a consumir si o si.
Sin dudas es un evento para ir siempre.

Esta feria siempre me hace tan feliz que es increíble.
Este año volvió con todo: muchos stands, un predio enorme –vecinos odiándonos, nosotros felices-​, y mucha pero mucha comida. Las propuestas fueron más o menos las de siempre, y no faltaron las figuras y marcas más conocidas como: Tegui, Donato, Pablo Massey, L’epi, Maru Botana, Narda Lepes, Dolli Irigoyen, los Petersen y La Cabrera.
La mejor hora para ir es entre 7:30 — 10:00, porque después se empieza a llenar y a pesar del espacio resulta insoportable y poco cómodo para sentarse a degustar lo que compraste.
En general la comida era bastante interesante, destaco en especial los puestos de los Petersen y el de Tegui. Para una vuelta de rosca a los platos más típicos: Cucina Paradiso y Dolli Irigoyen.
El precio de la entrada es $ 80. Tenés que comprar una cuponera para hacer compras adentro, cada una es de $ 200. Si te sobra algún cupón lo podés canjear por efectivo sin ningún inconveniente en las salidas.
Las clases son muy buenas, les recomiendo chequear la página web antes de ir para saber a qué hora dan alguna el día que vayan.

Ya que se acerca la edición 2016 de la Feria Masticar, voy a reseñar mi experiencia personal, vivida allá por el año 2014 (si llego a ir este fin de semana, actualizo sin falta).
En esa ocasión, yo tenía un par de entradas de cortesía que había recibido con anticipación, por lo que no tuve que realizar ninguna fila para poder entrar; pero en el caso de no tenerlas, recomiendo ir con mucho tiempo, ya que el ingreso es lento y la gente se pone un tanto fastidiosa.
Llegué apenas se habían abierto las puertas, por lo que pude caminar libremente y chusmear cada uno de los puestos, los cuales estaban muy pegados entre sí y con mezcla de sabores (dulce y salado todo junto). Además, también había foodtracks en el exterior dedicados, principalmente, a carnes asadas o a comidas con mucho humo y olor. En el medio del predio, funcionaba una especie de «mercadito» con diversos productos para llevar, desde quesos hasta frutas secas, por ejemplo. Las otras atracciones culinarias eran: el patio cervecero, el bar de vinos, las clases, las charlas informativas y las firmas de libros por parte de los mejores chefs del país, pertenecientes a la organización ACELGA.
Los precios eran moderados, pero a eso había que sumarle que ya habías pagado una entrada previa. Ojo, los puestos no aceptan dinero de verdad, sino «billetes Masticar» que deben ser canjeados en las boleterías del predio (DATO 2016: Valor de la entrada: $ 80. Valor de los platos: $ 50, $ 70, $ 80).
Había un par de mesas comunitarias para poder sentarte a comer tranquilo, pero en horarios pico no daban a basto. Las filas para ingresar al baño (químico, pero en buenas condiciones higiénicas) eran interminables; se quedaron super cortos con la cantidad.
Me gustó, pero llegó un momento que no aguantaba más estar ahí adentro por la falta de aire. Por suerte, este año incorporaron un anexo, por lo que lugar va a ser más amplio. Como dije al principio, no sé si voy a volver a ir. No me fascinó.