Halina Bar

Es un lugar un poco chico, pero igual se consigue mesita. Es más para gente que va sola o de a 2.
La atención es rápida y buena. Tienen un montón de revistas y diarios para leer. El wifi anda muy bien.
Pedí café con leche con tostadas. El café Cabrales muy rico. La porción de tostadas mixtas bastante abundante (6 tostadas), pero una parecía que alguien ya la hbía comido. Algunas eran blancas, otras con semillas o solo integral. El queso y la mermelada de arándanos super rico.
El precio es accesible, y más para esa zona.

Un ambiente agradable, sin dudas. Opciones para desayunar, almorzar y merendar. Siempre con aires tranquilos y música que acompaña muy bien. Muy buenas promociones, sobre todo para desayuno o merienda. Ubicado en una esquina donde se destaca por no estar rodeado de lugares similares. Le sienta muy bien al barrio.

Domingo.
Los domingos son días levemente extraños. Si no saliste el sábado, los domingos empiezan llenos de energía, con un sentimiento de productividad increíble. Mientras pasan las horas se va calmando. Hasta llegar a las 8 de la noche… dominguicidio. Bajón.
Empujado por esa euforia de domingo a la mañana, abrí todas las cortinas y puse música. El día era genial; desayuno afuera.
Bajé, caminé unas cuadras y llegué a Halina. Tenía unas simpáticas mesitas afuera llena de abuelas coquetas y gente soltera acompañada de sus caniches. Me senté.
La atención fue genial. ¿Cómo tener mal humor un domingo a las 9:30? Casi imposible.
Pedí un café, un jugo de naranja y una porción de torta. Completo.
Todo estuvo bastante rico. Quizá era The Kooks que sonaba en mis auriculares bajo algunos rayos del sol, o el buen humor en general, pero me gustó bastante.
Es un lugar lindo para desayunar los fines de semana. Sobrio, de barrio pero con un toque elegante.
No suelo ser habitué de los domingos a esa hora, pero Halina me hizo pasar un buen momento.

Fui una sola vez a Halina pero es un lugar al que siempre tengo en mi memoria para volver pronto. Tiene un lindo ambiente, tranquilo, muy de bar de barrio que aspira a palermitano (voto porque esta definición sea patentada para futuras referencias, porque se está llenando de bares de barrio con aires de palermitano que no llegan).
Cuando fui, fue por un almuerzo y pedí una ensalada vegetariana. Muy abundante, sabrosa, y barata para lo que era. De postre (que no suelo pedir pero no pude decir que no) pedí un cheesecake horrible. Si el café no hubiese repuntado, ese cheesecake le restaba una estrella. Igual tienen muchas otras opciones de tortas y dulces, con lo cual se puede evitar este error de la cocina americana en pos de otra torta.
La atención es muy esmerada, y como tienen poca gente, todo llegó rapidísimo y sin problemas.

Este café tiene ese «algo». Una mezcla entre cafecito tierno del barrio, con detalles cálidos, de ambiente íntimo, y una cosa más de típico bar de avenida, donde las heladeras hacen ruido, algunas tortas parecen de cotillón y hay cierto aroma a Poett para pisos. Pero acá nada de eso molesta, porque sus puntos fuertes predominan.
Empecemos por la comida. Las ensaladas son realmente abundantes, con buena calidad de vegetales, ricas combinaciones y a buen precio. No recomiendo las tartas para nada, eso no. Son tristes, con poco relleno, les falta sabor, y a veces pareciera que están un poco pasadas. Las de espinca y calabaza especialmente, la de pollo con champiñones zafa un poco más. Las empanadas si son sabrosas y los bollos de verdura y queso son aun mejor. Los tostados los preparan con sándwiches de miga frescos que tienen en la heladera a la vista, y están buenos para una merienda con café con leche. Las tortas no son lo que me pediría. El cheesecake parece el de Exquisita, con una jalea de frutilla con color radioactivo, pero las cookies (para pedir de a dos, son chicas) y algunos cuadrados dulces son muy ricos. Hacen licuados con frutas naturales, como el de frutos rojos o maracuyá con jugo de naranja o el de manzana, kiwi, naranja y jengibre. Todos a $ 34. Los precios están muy bien en general. La atención es otro aspecto a destacar, macanudos.
El lugar por lo demás es agradable, está empapelado de flores con lindos contrastes en bordó. Tiene buena cantidad de mesas afuera aprovechando la amplitud de la esquina y mucha luz solar que entra por todos lados.