Una buena opción si tenés que hacer tiempo y además comer. Está justo en una esquina, un lugar bien chico y tiene aire acondicionado y un wifi que funciona bien. Los precios son accesibles, tiene menúes de mediodía entre $ 80 y $ 120(en La tienda de café de enfrente había ensalada cesar con bebida y café por $ 145), que incluyen el plato principal(hamburguesa, milanesa) con guarnición, un vaso de gaseosa y postre(ensalada de frutas o queso y dulce) o café /té. Por $ 15 adicionales había opción de un agua con o sin gas. Pedí una milanesa con papas fritas que estaba decente para el precio. Algunas partes algo secas y difíciles de cortar, pero más por el cuchillo que por otra cosa. La atención fue amable. Es para tener en cuenta para almorzar de paso por la zona y sin gastar mucho.
Juan Manuel M.
Rating des Ortes: 3 Buenos Aires, Argentina
Sábado a la mañana. Aunque es una gran ciudad, y como muchos dicen, nunca duerme… Hay excepciones. Me había tomado unas mini-vacaciones y arribé en Buenos Aires a las 7AM. Con hambre y un poco de sueño, decidí complacer la necesidad que tenía más a mano: comida. El problema empezó cuando comencé a buscar un lugar para desayunar a esa hora. Caminé varias cuadras sin encontrar un lugar abierto. Ya estaba pensando en volverme hasta que llegué a la esquina de Juncal y Scalabrini Ortiz, en pleno barrio de Palermo y ahí estaba, abierto esperándome para un gran desayuno, la cafetería Mc Nor. Todos cuando entran gritan: ¡Buen Día! En mi parecer es una frase que contagia buen humor y te da un cierto ambiente de comodidad. Rápidamente me pedí mi desayuno que llegó en menos de 5 minutos(que para mí fueron eternos) y comencé a degustar. Es un lugar no muy grande, sin grandes lujos. Ninguno, diría yo. Pero abre temprano. Es lo que había. Los habitués entran y se sientan en su mesa«de siempre». Yo agarro uno de los diarios que había para leer. ESECAFÉ! Quizá el hambre que tenía o quizá era cierto lo que percibía, un café exquisito. Agregándole unas masitas y un rato de mirar por la ventana ver a la(poca) gente pasar, lo que empezó como una mañana problemática terminó de la mejor manera. ¿La cuenta? Adecuada. Panza llena-corazón contento, volví caminando despacio a mi casa disfrutando de una mañana fresca en Buenos Aires… ¡Pero no sin antes sacarle una foto a mi café!, acá les dejo la prueba.