Jacarandá

Suelo ir a Jacarandá un par de veces al año, por lo general cuando mis viejos están de visita. Y siempre comimos muy bien.
La última vez fuimos con mi viejo un viernes a la noche. Llegamos a la hora pico y conseguimos la última mesa. Si bien era la que estaba antes del baño no fue molesto cenar ahí. Los mozos y todas las personas que trabajan ahí son muy amables.
Pedimos canelones de verdura y carne, bondiola con salsa barbacoa y papas fritas. Para tomar, un vino Elementos Malbec chico (un tamaño que no siempre está disponible en las cartas). Los platos son abundantes, yo no pude terminar el mío.
Como mencionaron en las reseñas anteriores, la relación precio/​calidad está muy bien si se puede aprovechar el 20% del pago en efectivo o Club La Nación.

Fuimos Miércoles a la noche, estaba lleno!
El lugar es muy lindo, bien decorado, luces tenues, no es muy ruidoso.
La atención de los Mozos fue excelente.
A los 10 minutos ya estábamos sentados.
Al abrir la carta la primera impresión es que los precios estan bastante altos.
Tengan en cuenta que abonando en efectivo les hacen 20% de descuento o sino con Club La nación 30% los miércoles y 20% el resto de los días.
Conclusión, los precios estan un poco inflados, que si no aplicamos ningún descuento resulta muy caro.
Servicio de mesa $ 29, incluye panera y un mini dip de berenjenas.
Aguas $ 36, Vino de 375 Finca las Moras $ 72.
Probamos Merluza Gratinada con Crema y Verduras $ 168, Muy Abundante!
Salmón rosado en crema de ciboulette acompañado de budín de parmesano y zanahoria $ 194 también muy sabroso y generoso.
Los platos vienen muy bien presentados (Gourmet) y porciones generosas.
Con lo cual si piden entrada, no los van a terminar.
Tienen mucha variedad y los precios oscilan entre $ 150 y $ 230 c/​plato.
Recomendado para ir en pareja!

Jacarandá es uno de los restaurantes que mas me gusta de Caballito.
Soy cliente habitual hace varios años y si bien van cambiando la carta periódicamente, siempre mantienen la misma esencia: platos simples, materia prima de buena calidad y bien hechos.
Actualmente, el menú de principales está compuesto por cuatro o cinco opciones de pollo, cerdo, pescado, carne de ternera, pastas y algunos platos insignias que mantienen, como por ejemplo mi favorito: bondiola braseada en cerveza negra que viene con guarnición de bocaditos de calabaza rellenos de muzzarela, una delicia.
No suelo pedir entrada en este lugar porque no tientan, solo probé la provoleta asada y está bastante bien.
Y respecto a los postres, tampoco se esfuerzan para innovar, mantienen por ejemplo el volcán de chocolate.
La carta de vinos es bastante amplia.
El ambiente es muy cómodo y cálido, las mesas están bien separadas. Los fines de semana probablemente tengas que esperar una rato a que se libere una mesa. El servicio es bueno y los mozos muy atentos.
Hay muchas promociones: pago en efectivo, Club La Nación, Tarjeta CMR, etc. Si le buscas la vuelta seguramente no termines pagando los montos que figuran en la carta. Con estos descuentos, la relación precio-​calidad es óptima.