Solo fui dos veces, pero por caballito podría decir que es un local de comida Armenia que no defrauda. Lo mejor del lugar es el shawarma, si lo pedís completo, mucho ojo porque la salsa picante…¡realmente pica mucho! Lo bueno: simple y rápido, sin vueltas. Lo malo: los platos te dan ganas de llorar, parece que vienen desde chernobyl. La atención del señor que te cobra deja mucho que desear, hace todo a desgano…¡encima que le das plata!