Esta esquina emplazada en pleno Palermo, justo un poco antes(o después dependiendo del sentido en que camines) de entrar en la zona concurrida de bares está ocupada por Tadrón hace más de una década. El lugar se une al espíritu armenio del barrio y podés disfrutar en su bar/restaurante comida típica que tiene más que buena pinta(no probé los platos pero por lo que ví estaban tentadores). Además tienen una buena variedad de postres caseros del estilo de Medio Oriente(el aroma a especias invade el lugar). Recomendado sentarte en algunas de las mesitas llenas de objetos y pedirte un anís a lo guapo(vale sólo 35 pesos) o un tecito«reconfortante de la casa» con canela y clavo de olor. Perder la mirada en la atiborrada decoración es una buena idea si tenés que esperar a que den sala. Tadrón tiene una amplia sala de teatro de techos altos y sillas(no son butacas pero tampoco están tan incómodas). La acústica es buena aunque se cuelan algunos sonidos de la calle. Precios del bar y del teatro promedio. Y además leen la borra del café.