Jack The Ripper

Es mas que nada para tragos, cervezas tienen un par nomas. Comida no hay, ni siquiera para picar. Muy de señor adinerado que toma whiskey en una barra oscura.

Hace años que frecuento este lugar. Tiene muy buena barra y mucha onda para compartir tragos con amigos.
Es una casona muy linda de Recoleta que en su primer piso se extiende una barra muy linda y con una calidad de tragos muy buena.
Está abierto la mayoría de las noches de la semana y con su ambiente ameno, se disfruta en distintos niveles de concurrencia.
Siempre hay buena música, rock en su mayoría y se encuentran algunas pantallas donde se visualizan videos.
Si tienen suerte los atiende el dueño del lugar
Tiene una sola contra que es que en el salón de la barra se puede fumar, por lo cual si o si te llevas impregnado el olor y no es nada agradable para los que somos no fumadores.

Es uno de mis preferidos de la zona. Así que, después de un día agitado, es una buena opción para los que trabajamos por Recoleta /​Barrio Norte.
El edificio me encanta, estilo inglés antiguo super señorial, está buenísimo. Es cierto que podría estar mejor conservado… La barra es muy buena también.
La verdad es que siempre que voy tomo el happy hour de heineken y no probé tragos. Pero la cerveza viene en vez de con maní o pochoclo, con snacks más saludables de mix de pasas de uva, castañas de cajú, maní, almendras, etc. Que me parece algo copado.
Además del 2×1 y precios super accesibles para un after office, la gente de la barra super buena onda y, para mi super inportante, la música es GENIAL.
Suelo ir re seguido, super recomendable!

Este lugar, sinceramente, no lo hubiese conocido si no fuese por Unilocal y que me tire que esta cerca. Es de esas casonas antiguas (divinas por cierto) con techos altos y mucha madera. Me gusta porque se nota que no quisieron cambiar eso, sino que lo acompañan bien. La barra, divina.
Lo que destaca es una gran carta de tragos, bastante amplio y la ambientación.
Pero para mi tiene más contras que pro. MUY oscuro, demasiado diría. Si bien no había mucha gente y mira que era un jueves, se sentía el humo y eso no me gusta. La carta si bien es amplia, hay tragos «de la casa» que no dicen de que están hechos así que tenes que preguntar uno por uno al chico que te venga a atender. Las cervezas, caras pero creo que van acorde para la zona. Los tragos no menos de $ 80.
Lo que me llamo la atención fue la música, aparte que la acompañaban con los vídeos en una parte sola del bar con un proyector (si fuiste a Debar, entendes). Música onda brit-​pop/​indie fue ese día.
Los baños, al fondo a la derecha. Amplios, bastantes y se mantienen bien. Me quedo por conocer el piso de arriba, porque cuando fui estaba cerrado.

Muy buena barra, lástima que no tengan opciones para comer.
La ambientación está muy bien, aunque le falta ventilación para que circule el aire y no se sienta tanto el humo del cigarrillo.
La música está muy bien.
Hay 2×1 todas las tardes desde las 18 hs.

Este bar no decepciona. El nombre guarda mucha relación con lo que te vas a encontrar dentro, ambiente londinense oscuro. Si te gusta la onda «sit, drink and mind your own business» este bar te va a hechizar. Música estilo brit pop/​rock, una buenas pintas y el resto lo pones vos. Ideal para ir con amigos de after. Los precios son bastantes accesibles y correctos para la zona.
Uno de los highlights del lugar es el edificio, despojado pero con detalles que recuerdan su antiguo esplendor.

Si te gusta el rock (especialmente el británico), no te gustan las muchedumbres y elegís los bares de estilo inglés, este es tu lugar. En Jack podés encontrar el único y verdadero happy hour que se prolonga un buen rato, con un 2X1 en toda la carta de alcoholes.
La gente que va es bastante habitué, por lo cual en un par de días te podés hacer de nuevos amigos. También lo visitan muchos turistas que dan vueltas por la zona. La contra, el gran cartel detrás de la barra que indica que está prohibido fumar no tiene mucha autoridad. Algunas noches las señales de humo que salen por la puerta traen malones de indios y te asfixian. Ah, ¡Abren todos los días! Para los que somos amigos de ir a contracorriente de la gente, ideal.

No puedo ser objetivo con este lugar y me van a tener que disculpar, como decía Fontanarrosa.
Jack the Ripper es EL bar de mi barrio. Mi bar: encontrar un lugar donde sentarse tranquilo a escuchar buena musica, cómodo, con una carta increíble a precios logicos es algo que no sucede muy seguido.
Roberto, el barman que esta casi todos los días, es súper atento y educado, igual que los demás chicos.
Tienen Happy Hour de 18 a 21 de lunes a viernes y los sabados y domingos de 22 a 00. Su única «desventaja» es que trabajan solo efectivo, pero a veces es mejor tener ese límite.
Recomiendo mucho el Manhattan, que yo tomo en las rocas y ni falta me hace aclararlo, y su variedad de whiskys.

Jack The Ripper es de los pocos bares que quedan en la ciudad de buenos aires que no aspiran a ser más de lo que son. Se queda muy tranquilo siendo un buen pub de tinte irlandés/​británico con todo lo que ello conlleva.
Poca luz, banquetas en la barra, algunas mesas (pequeñas) para sentarse al lado de una falsa chimenea y mucho alcohol.
Esta última es la parte que para mí lo justifica mucho, la barra. En materia de Whisky tienen de las mejores selecciones de la ciudad, y los precios no son caros.
El local en sí es lindo, antiguo, casa vieja remodelada que no ofrece mucho espacio. Solían tener una sección al fondo abierta para ver videos en un videowall y mesas para comer pero casi siempre está cerrado.
El problema para mí viene por el tamaño y ser un bar fumador. Si no sos fumador, el humo es invasivo y casi repelente. Si es una noche tranquila, es un gran bar para una cita, dado que poca gente alrededor y el ambiente garpa.

Cuando desde afuera ves la escalera, no te imaginás que estás a punto de subir a un bar de lo más irlandés que hay en Buenos Aires. Jack the Ripper, es muy parecido al Álamo en tanto su forma, pero menos fiesta y más calidad. Tienen promociones para after office o más tarde de cervezas y whiskies, el resto de la carta es bastante acotada, pero para mi ya cumple con lo que promete.
El ambiente me parece mucho más maduro que en el Alamo, la gente parece más tranquila (por más que sean grupos de amigos) y hace que el ambiente sea menos ruidoso, la música está bien pensada (casi todo rock y británico). Si vas en plan de cenar gourmet, olvidate. La carta de comida es muy acotada, por lo que el plan sería tomar algo y cenar en otro lado.
Es un buen lugar para hacer un gran after y pasar el rato.

Bar como pocos en Buenos Aires. En cuanto a arquitctura es como El Álamo, pero sin la gente. Una casa vieja con el bar en el primer piso. El cartelito de la c3ervesa Grolsch que hay en la puerta ya te advierte que este es un bar especial. Pasan música y videos copados de bandas de rock, y no es raro ver al barman escuchando a los Dropkick Murphys pegándole a la barra siguiendo el ritmo.
Te podes sentar en la barra que rodea todo el salón o en mesitas distribuídas por el lugar y estar cómodo. El ambiente da para ir en pareja o con amigos, porque es tranquilo pero tampoco es que está muerto. Siempre me atendieron con la mejor onda y, cuando todavía existía el ladies night, el barman me traía el segundo trago del dos por uno, aunque yo no me acordara que estaba la promoción. Unos divinos.
Tienen una gran variedad de whiskeys y de bourbons excelentes, para los bebedores de esos elíxires maravillosos entre los que me cuento.

Subir su escalera y entrar a Jack the Ripper es conocer un ambiente completamente diferente. Uno que crea fanatismo entre sus habitués. Y no es solamente una manera de decir porque muchas de las caras que ves se repiten noche a noche. Si se fijan bien, detrás de la barra hay una hermosa placa de bronce que un grupo de amigos le regaló al bar con motivo de su décimo aniversario.
Las luces bajas combinan perfectamente en este bar de estilo inglés con una cuidada selección musical en la que se puede oír desde The Clash, Talking Heads, La Portuaria, Bowie o el inmenso King Crimson.
La entrada a esta casa reciclada da a un primer salón con sillones y dos mesas, lugar preferido por las parejas. Dos pequeñas puertas a la derecha dan acceso a la habitación donde está la barra y la mayoría de la gente. Más atrás un salón queda como opción para los que quieren más tranquilidad. Si se acercan, no dejen de pedir el Bloody Mary (por lejos es el mejor de Buenos Aires). También hay una buena selección de whiskies y cerveza tirada.
Con la cerveza te dan una selección de frutas secas muy ricas, y hasta ahí es donde llega la gastronomía. Decididamente es un lugar para ir a tomar. La atención de los barmans es excelente. Vale la pena acodarse en la barra de madera y charlar con ellos, siempre con buena onda.
¡Ah! El Happy Hour es el mejor de la ciudad, con un 2X1 en toda la carta.