Circolo Massimo

La atención es excelente, el ambiente es cálido, con mesas apartadas, muy tranquilo.
Si sos de los que aman la comida italiana, la carta no decepciona, desde las entradas a los postres, con platos principales cautivantes.
Mención especial al risotto de hongos, un manjar.

Lo que antes era la casa de –ni más ni menos– que la familia Leloir, hoy es Circolo Massimo. Un restaurant italiano que no decepciona. Tiene una comida exquisita y una atención inmejorable.
Aunque se destaca por su menú ejecutivo, vale la pena ir de noche y ver los hermosos jardines iluminados.
La primera vez llegamos con reserva porque nos habían dicho que sí o sí tenías que ir con una mesa reservada. Después nos dimos cuenta por qué.
El restaurant está medio escondido, pero aparentemente el boca en boca hizo la suya y nos encontramos con un lugar repleto.
Es de esperar que en un restaurant italiano las pastas sean ricas, pero en Circolo Massimo se pasan de ricas. Me arriesgué y pedí unos raviolones de cordero. Aunque fue un plato exótico, resultaron increíbles!
También vale la pena probar Papardelle y la entrada de queso Brie crocante, es un manjar.
La atención es bárbara. Los mozos son súper atentos y realmente en todo momento sentís que están a tu disposición.
El precio es un poco elevado, pero vale la pena cada centavo. Hay descuentos con Club La Nación.
Esencia italiana, tradición argentina y comidas exquisitas, todo en un mismo lugar: Circolo Massimo.