La Escondida

Fui un mediodía y comí un menú (sólo con efectivo, el menú NO se puede pagar con tarjeta ¿?). No había mucho gente y nos atendieron rápido. La comida rica y correcta, la variedad en los platos del día dejaba bastante que desear (3 tipos de menú con 3 platos cada uno). Eso si, después del café/​postre el mozo desapareció, conseguí que nos trajeran la cuenta acercándome a la caja a pedirla. Los baños una mugre un Viernes de lluvia tranquilo al mediodía, no me quiero imaginar lo que puede llegar a ser un día movido. Una buena opción para salir del paso, pero en general no lo volvería a elegir.

Caro, lento, malo y mal atendido. Qué más se puede pedir?
La comida tardó casi una hora y vino medio quemada. El salad bar es directamente espantoso y con 30 grados de temperatura la cerveza vino tibia.
Para no volver nunca más.

Buena barra de ensaladas. La carne normal. Ideal para ir con niños, tienen plaxa de juegos.

El lugar en cuanto a ubicación y decoración es maravilloso aunque un poco oscuro. La atención fue muy buena, con demoras habituales pero nada que no pudieramos manejar. Pedimos entraña. Un poco caro, pero creo que lo vale. Para ir con amigos, ideal.

Arranco mi reseña diciéndoles «no vayan!»
Si buscan comer un buen asado esta no es su opción. Los precios muy altos para lo que era la calidad de la comida.
La carne era dura, entienden eso? ASADO DURO. Muy triste.
La cancherean con su salad bar, que deja bastante que desear. Poca variedad y algunas cosas un tanto viejas. Además… El salad bar dejó de ser cool en los 90. No cobres más un plus por tener esto, si busco comida libre me voy al porteño o bistecca.
La decoración es divina. Pero no gastaría plata en un lugar donde chorean y no se come bien solo por almorzar abajo de un árbol. Para eso vayan al campo o pídanle al nono que les haga un asado.

Hoy volví a La Escondida, sigue siendo muy buena en todo. Y lo importante, los precios !! sabiendo pedir, son buenas porciones, algunas para compartir, muy buen buffet, con reposición continua, limpio y bien atendido. Carta de vinos simple con varios a $ 69 de cada bodega (Las Moras, Elementos, Trapiche, etc.)
Y un consejo: el bufet solo vale $ 59. Conviene pedir un plato, por ej. una tortilla, que es para compartir, por $ 66 y bufett libre !

Es una parrilla muy linda, con muchas plantas en la entrada y un gran árbol. Lo mas llamativo son las mesas en el patio externo (que en invierno esta BASTANTE calefaccionado). Es propicio para ir en pareja o grupos de amigos; si bien hay menú para niños, no es lo mas adecuado. Tienen una barra de ensaladas libre, muchas opciones. Es recomendable ir temprano porque en el horario de las 21/​22hs es imposible conseguir mesa rápido y que la comida llegue a una hora razonable.
Riquísimo todo, atención muy buena.

El lugar es muy lindo, escondido entre árboles y arbustos, con mesas adentro y afuera en un patio cubierto, bien rústico.
Tiene la particularidad de contar con un Salad Bar, en el cual tienen variedad de verduras frescas, escabeche, salsas, y uno se puede servir de manera ilimitada con la compra de un plato de parrilla o cocina por persona. Si no es así, te lo cobran aparte ($ 53).
Los platos de parrilla no son como para compartir, y están un poquito más caros que en otros lugares por tener incluido este servicio (así que hay que aprovecharlo!). Hay que dejar bien en claro la cocción de la carne que uno quiere, para evitar devoluciones. Probé entraña, vacío, todo muy rico, pero especialmente recomiendo la trucha grillada! Muy buena!

Es una linda parrillita en la zona, un ambiente muy tranquilo, que permite ir en grupo o en pareja. Tiene mesas amplias en un patio que permiten cenar tranquilo.
El menú zafa bastante, las carnes son normales, sin mucha exigencia, pero se come bien y con porciones razonables. El salad bar es bastante completo y complementa con otros platos que no son parrilla. Los precios son también razonables y tienen buena atención.
Un buen lugar, cuando no hay que mucho que pensar adonde ir. Es un clásico para los que lo conocemos.

Generalmente se vuelve un poco complicado elegir un lugar al cual ir con chicos a cenar. Lo más fácil siempre, es buscar un lugar de comida rápida, pero generalmente no conforma a los comensales adultos.
La Escondida resultó ser una excelente elección, para pasar una linda velada sin tener que conseguir niñera!
Además de sus exquisitos cortes a la parrilla y el salad bar, tiene una excelente atención y un sector de juegos para los más pequeños.
Altamente recomendable!

La escondida es una parilla que por el boca en boca genera intriga en poder encontrarla en el barrio de nuñez. Es una parrilla mas de buenos aires y no compite con las mejores.
Se destaca de este lugar el ambiente que mezcla la vegetación y el estilo campo. Recomiendo ir con reserva para evitar demoras, no vayan el domingo el mediodía!!!
Las achuras y provoleta muy ricos con alguna guarnición de papas fritas. Para los que les gusten las ensaladas, es un buen lugar para sacarse las ganas. Buen Salad Bar!
La carta de vinos esta bien y me parece que es mas lindo ir de noche
Se puede ir en pareja o con amigos indistintamente.

Haciendo honor a su nombre, es una parrilla que te cuesta encontrar. Escondida tras árboles y arbustos en una calle poco transitada, está La Escondida, mucha vegetación, fachada difusa.
Tiene mesas en el interior, que está decorado estilo campestre, pero sin duda recomiendo –si el clima acompaña– sentarse afuera y disfrutar de un rico asado. Los que poseen hijos chicos, suelen sentarse cerca del fondo así pueden pispear como se comportan en el cuarto de juegos, mientras que los mas jóvenes suelen sentarse cerca de la entrada, para que los que vayan llegando puedan encontrarlos fácilmente.
Lo peligroso de este lugar, es cuando te traen la panera llena de panes calentitos: hay que hacer un esfuerzo para no llenarse y quedarse sin lugar para el asado; y mas considerando que siempre hay demora para que te traigan la comida. Si pasaste ese desafío, la entraña con ensalada es una buena opción. La carne es respetable y las ensaladas recomendables, una buena combinación. Los postres son caros.
En mi opinión, es un lugar para ir uno de esos días en que no tenes apuro y estas dispuesto a buscar lugar para estacionar… esperar que te atiendan… que te traigan la comida… e ir a tomar un helado a otro lado después.

Esta es una linda parrilla de barrio ubicada en una esquina tranquilísima de Núñez. Funciona bien para ir a comer con familia, amigos o en una cita informal en la que ya tenés confianza pero igual querés quedar bien con la elección del lugar.
Los cortes de carne son muy buenos, cumplen pero tampoco descollan. Lo que quiero destacar es el salad bar. Yo soy muy amante de las ensaladas y me resulta muy difícil encontrar una ensalada que me satisfaga cuando salgo a comer. Pero acá hay muchísimas opciones de verduras, todas fresquísimas (¡hay brotes para la ensalada! ¿en qué parrila de barrio vieron brotes?), pickles y salsas con las cuales podés armarte una señora ensalada para acompañar a tu asado.
La panera es muy buena y muy peligrosa: te traen un montón de panes calentitos y engañosamente chicos. Te terminas comiendo veinte.
La recomiendo para ir en noches de primavera y verano y sentarse afuera.