Le Blé

Una esquina tranquila de Belgrano, árboles, mesas en la vereda.
Muy lindo bar, excelente atención y riquísimo el sandwich de pollo frito (viene con papas) y la tarta de puerros (viene con mix de verdes).
No es barato: esos dos platos + 2 porrones de cerveza + 1 limonada = 400 pesos, pero igualmente linda experiencia.

Debo confesar mi pecado de no querer seguir escribiendo porque me gusta mucho el número 404 de reseñas. pero llego el momento de ir por mas, muchas mas reseñas.
Este sábado fui con dos amigas a Le Ble, de casualidad, estábamos caminando, para variar a mi me dio hambre y apareció en una esquina muy buena. Se ve que esta bien lograda la ubicación porque la vimos, y nos tentó lo suficiente como para sentarnos. La comida es típica de brunch, me pedi un yogurt con granola que estaba bárbaro, y eso que yo no soy muy fan de decir que algo esta bárbaro, pero este era realmente bueno. Después nos quedamos planificando nuestro viaje de carnaval y en un itnervalo de 3 horas pedimos como 5 cafes, estaban buenos, y la atención una sorpresa. Por fin una persona que te atiende con ganas en un café! tan bueno que ya era casi sospechoso. Definitivamente una opción de fin de semana a tener en cuenta por la zona.

La verdad es que está bien, pero no descolla. Pedí un croissant con jamón y queso y vino frío, y una torta de manzana y unos scones de queso que vinieron calientes…

Resulta que me convertí en medio fan de Le Ble y por lo tanto, me pasa que cada ve que ando a la hora del desayuno o merienda por algún barrio porteño, pongo le Ble en mi buscador Unilocal y me fijo si hay uno cerca… Por suerte en esta ocasión me había ido a hacer unos análisis por Belgrano y a cuadritas había uno, caí pasado el mediodía y si bien daba mas para brunchear que para desayunar opte por desayuno, unos huevos revueltos, tostadas y una taza gigante de café negro… La verdad como siempre súper rico todo…
El local tiene 2 pisos y en primera medida me fui al piso superior para estar tranquila, el problema fue que el mozo nunca apareció… Jaja y yo estaba casi famélica, así que me fui a la planta baja y ahí si pude pedir, es decir me atendieron. Así que ese es un punto súper desfavorable, si tenes mesas en un piso superior tenes que tener mozo/​a en ese piso y no que este abajo y suba, porque no lo hacen nunca.,.cuando me decidí a bajar luego de 20 minutos de espera, el mozo estaba al pie de la escalera con el celu en la mano y me dijo… mira que ya voy… Pero ya no quería seguir esperando a que termine de mandar su texto o suba… Así que como recomendación quédense abajo que hay 4 mozas/​os y la atención es más rápida y simpática…lo único desfavorable., que fácilmente se puede mejorar. Y ojalá lo hagan pronto.

Fui a este local de Le Blé en dos oportunidades completamente distintas y la experiencia que viví en ambas fue grata. Los productos son bastante buenos y el café es muy rico.
La última vez fue luego de asistir a un Día de Spa en el Spa Belgrano en donde te regalan un desayuno/​merienda. El voucher incluía cuatro opciones: desayuno porteño, frutas de temporada, trifle y alguna cosita más que como llevaba queso azul la olvidé rápidamente. En primer lugar pedí el plato de frutas de estación pero me dijeron que no estaba, así que opté por el trifle. La verdad que la elección no pudo haber sido más acertada: la copa con capas de granola exquisita, yogur, miel y frutas fue excelente para acompañar el balde de café con leche Le Blé.
Mi acompañante optó por el menú del día (eran pasadas las 14) que era sándwich de lomo con papas fritas o ensalada, ensalada de pollo o tarta de jamón y queso. Ordenó el primero que pude probar y estaba realmente exquisito. Viene con una abundante bandeja de diferentes panes junto a un dip, bebida y café por poco más de 90 pesos. Buena opción para almorzar algo rico.
La atención es bastante buena y el lugar está muy lindo decorado, pero hay detalles que deberían atenderse en un sitio de este tipo. Por ejemplo, el baño de mujeres no estaba limpio y perdíà la canilla. Además, la taza en que me llegó mi café Le Blé estaba un poco cascada en sus bordes.

Soy de las que disfruta mucho tomar un café acompañado de algo rico.
Le blé es uno de mis elegidos por la cantidad de sucursales que tiene y porque disfruto mucho de su patisserie.
El café con leche tiene un tamaño interesante, de esos tazones que nos daban las abuelas. Para los que disfrutan mucho del café lo hacen bien cargado, casi que parece un cortado, por eso pido una lagrima doble y es exquisita, no tan suave como en otros lados.
Tienen muchas sucursales, siempre hay alguna cerca. En todas siempre hay muchos diarios y revistas para que ese desayuno o merienda de chicas sea aún más de chicas.
Esta sucursal tiene la contra que hasta pasadas las 12 no tienen habilitada la cocina y si uno tiene que almorzar temprano no puede

Bajó mucho la calidad de lo que eran años atrás. El servicio deja mucho que desear, pareciera que uno se atiende solo, teniendo que recordar que te deben la mitad del desayuno, la bebida, la cuenta y el vuelto. Los productos de panadería que lo resaltaban de otras propuestas no son tan buenos, creo que se concentraron mucho en crecer y descuidaron la calidad. Espero repunten ya que los tengo cerca de casa.

Cómo extrañaba esa sobredosis de café con leche y el exquisito pan que hacen ahi!
Las meriendas y desayunos son de lo mejor que he probado.

Muuuy bueno!!! Fui una vez a tomar el te apurada y quede encantada!
El capuccino delicioso y la cheesecake ni hablar! Muy muy bueno! Poca gente cuando fui pero generalmente hay mucha! (Trabajo cerca y veo el movimiento)

Año 2015. Inconcebible que no tengan tarjeta de débito. Y si alegan que el debito no se lo acreditan en el momento o le descuentan mucho de impuestos o lo que fuere, pongan un mínimo. Lo siento, mi dinero es tan bueno como el de cualquiera en efectivo, en buenos aires hay miles de otras confiterías pastelerías.

Vamos sin preámbulos a lo mejor: el súper tazón de café con leche. Pocas cosas reconfortan más una tarde de invierno que esa cantidad de café servido en loza.
Como con el café, las porciones son abundantes y llenas de sabor. Es ideal para merendar y picar algo salado y algo dulce. De hecho, ya hay combos de merienda y desayuno con buenas propuestas.
Los jugos y licuados de fruta son un must en el verano para tomar a la sombra de las mesas afuera. Ojo. No te sientes en la mesa solitaria de Virrey Arredondo porque suele haber mal olor.
También hay promos de almuerzos y para el mediodía suele pegar un sol tibio en las mesas sobre Vuelta de obligado que marida óptimo con una buena lectura.
Los mozos son atentos (si se asoman las primeras gotas de lluvia de toque abren el toldo para que nadie se moje) aunque a veces tardan más en atender las mesas de afuera.

A ver, a ver…
Pese a estar a casi media cuadra de Cabildo donde hay un mega Automovil Club, se mantiene bastante aislado del caos de una avenida. Peeeero, si te sentaste adentro, y el lugar esta en un 50% lleno, es lo mismo que estuvieras sentado en pleno cabildo. Las mesas están demasiado juntas.
Fuiste un día de calor. olvídate, entrar no es sinónimo de un uyyy que lindo esta acá adentro, pero eran menores las ganas de caminar para buscar otro lugar.
Pedimos la botella de limonada para compartir, lo que empezó a cambiar un poco la experiencia, realmente estaba muy rica.
Quise pedir tostadas, y le chica me dice solo te las puedo traer con el combo de merienda mas una infusión, no se venden por separado, no voy a entender nunca porque no me podía vender la porción de tostadas solas, si es algo que ellos hacen.
En fin… un lugar totalmente olvidable, quizás volvería para probar algo de su panadería, pero to go!

Me gusta mucho ir a merendar a Le Blé cuando está semi vacío, el café es enorme y muy bueno, los croissants con jamón y queso, las tortas, todo muy rico y los precios son sumamente accesibles.
El único problema que tiene es el espacio a todo nivel. Las mesas están tan cerca que si está lleno, una merienda de dos, se transforma en merienda de cuatro o seis. Recién tenía a la gente tan cerca que no me dieron ganas de quedarme.
Los platos son muy grandes y las mesas muy chicas. Deberían o agrandar las mesas o achicar los platos para estar más cómodos y sacar un par de mesas para darle un poco más de intimidad a los clientes.

Fui con las re expectativas porque sólo se dicen cosas lindas de Le Blé. Pero se ve que pasa como con todas las franquicias que algunas tienen una calidad mucho más baja que otras y esta es una de las bajas.
Pedí un licuado de banana que vino rebajado con agua. Imperdonable. También pedí un muffin de chocolate blanco que estaba rico pero no tenía gusto a chocolate blanco. Mi novio se tomó un submarino que estaba bien (es difícil hacer mal un submarino) y una cheesecake de dulce de leche que estaba rica.
El problema es que el local es chiquito, super ruidoso y todas las mesas estaban sucias. La atención es lenta y poco profesional. La calidad de la pastelería esta bien pero hay otros lugares iguales o mejores. No volvería especialmente, salvo que ande por la zona y no haya otra opción.

Adoro que esos croissants que venden sean un océano de manteca. Todo muy favorable a los niveles de colesterol que manejamos en mi familia, pero un gusto, una vez cada tanto, no se le niega a nadie.
Después de conocer a Le Blé por su sucursal de Álvarez Thomas, que abrieran una por Belgrano fue una alegría. Lo cierto es que este local, un poco menos pintoresco que el de Colegiales, mantiene la calidad de sus productos, los enormes tazones de café y esa panadería a la que hay que resistirse con fuerza sobrehumana.
En una zona escondida de Belgrano, arbolada, que logra escapar del ruido de Cabildo y sus transversales, esta sucursal es la indicada para sentarse en las mesas de afuera –inclusive son mejores: si está demasiado lleno adentro, se puede poner algo cotorresco-​, aunque conviene evitar el horario de entrada y salida de los colegios, por unas cuantas escuelas que hay por la zona.
Con un menú que incluye no solo panes y facturas, sino sandwiches, tartas, ensaladas y picadas –agregadas hace poco-​, ahora también ofrecen delivery y pueden hacerse pedidos personalizados, estilo tortas y caterings. ¿Algo más? Suficiente por hoy. A nadar en manteca.

Antes solía ir a este Le Blé todo el tiempo. Tienen rico café (y en tazas grandes), unos muffins de banana que son para morirse, y la atención estaba muy bien. Como suelo trabajar fuera de la oficina, me gusta cambiar la mesa de mi cocina por algún café de tanto en tanto, como para no aburrirme.
La última vez que fui a este Le Blé fue la tercera que me atendieron mal. Muy lento y de mala gana, la experiencia tan buena que supe tener varias veces se terminó viendo opacada en tres intentos.
Muchas veces les faltó la mitad de las cosas de la carta (sin propuestas muy satisfactoras para suplir esa falta), los atención muy poco esmerada, y el lugar muy lleno y ruidoso. Supongo que algún día volveré a intentar ir, con la esperanza de que vuelva a ser un poco como en sus inicios. Mientras tanto, prefiero esquivar esta sucursal y probar suerte en otras.

Cuando mis amigas sugirieron juntarse a desayunar en esta sucursal de Le Blé de Belgrano supuse que iba a pasar lo que siempre sucede en todos los otros locales de este café a los que he ido: la buena experiencia a partir de la rica comida y cafetería se ve opacada por un servicio lentísimo. Por suerte no fue el caso.
Pedimos dos desayunos para compartir, y toda la pastelería es realmente muy buena. El café Le Blé es enorme, ideal para despertarte cuando vas a la mañana. La limonada es la mejor que he probado, con el toque ácido preciso.
El ambiente es muy agradable, como en todas las sucursales. Ésta tiene la particularidad de ser pequeña y de contar con una mesa larga en el fondo. A diferencia de los otros locales nos atendieron bien y rápido, y no tuvieron problema cuando hicimos el típico quilombo de amigas a la hora de pagar. Dos pagamos con 100, una con tarjeta de crédito, y hubo paciencia y vuelto para todas.
La panadería es tan buena que al final del desayuno me llevé una baguette para mi casa… pero me tenté en el camino y llegó por la mitad!