En pleno San Telmo. La típica librería de barrio de las de antes. Puertita angosta y local inmenso. Un mostrador de bella madera antigua resguarda la infinidad de elementos que se pueden conseguir aquí, de las manos ansiosas de los clientes. Don Enrique, ya entrado en años, es un hombre de oficio. Biromes de todo tipo, bolígrafos, lapiceras(sí señoras y señores, aquí conocen la diferencia y la enseñan). Cuadernos, carpetas, y demás utensilios que uno ni imagina que existen pero aquí los tienen. También hacen buenos trabajos de imprenta por encargo.