Todo todo todo me quiero llevar de acá. Necesitaría una mansión, con ambientes amplios y muchísimas repisas y muebles sobre los que poner cosas. La parte de la casa grande digamos que la tengo pendiente por ahora, pero igual cada tanto me compro algo en Malerisch. Llegué a este local de casualidad, caminando por el barrio y la cantidad de cosas que hay adentro me hizo pasar. Es una tienda de regalos, esa categoría amplia que aúna todo tipo de objetos: saleros y pimenteros, manteles, cuadros, colgantes, prendedores, jaboneras, utensilios de cocina, lapiceras, muebles pequeños. El hombre que atiende sabe todo, recomienda, te avisa si algo va a entrar pronto o no. El local abruma por las opciones que ofrece y muchas veces ayuda charlar con él como guía. Que no te falte mirar hacia arriba: del techo cuelgan cosas divinas.