Odontología Integral Guadalupe

Un día tenía un dolor de muelas que no podía más. Necesitaba que alguien me atendiera con urgencia, y como no tenía ningún odontólogo de cabecera caí en este lugar que queda pegado a mi casa. Lo más gracioso es que nunca lo supe: me lo dijo el encargado del edificio.
El consultorio se encuentra en un primer piso, por lo tanto lo único que se ve desde la calle es una puerta medio oculta entre una peluquería y una tienda de reparación de pcs.
Por suerte caí en las manos adecuadas. Me trataron muy bien, me atendieron enseguida, y acá viene el mejor dato: trabajan con casi todas las obras sociales. Yo tengo IOMA, y de las 7 veces que fui nunca pagué ni un centavo.
Tanto la recepcionista como el odontólogo son súper macanudos, hasta te dejan subir la bicicleta para no dejarla afuera. A win-​win situation.