En Mil Excusas hay vestidos todo el año. Así conocí este local, buscando comprar un vestido en julio, para usar con medias. Aunque suene simple, no lo es tanto. En la mayoría de los negocios hay sólo cuando hace calor o los de invierno son calurosísimos. Hay ropa de diseñadores independientes, bijouterie original, tejidos, sombreros, bolsos y también algo de calzado. Todo da la sensación de ser artesanal. Hay color en cantidad, muchos lunares y rayas y combinaciones audaces. Nada de pasar desapercibidas. Atiende la dueña con buena onda.