Nucho

Siempre que voy a hacer un asado o una buena carne al horno me hago el viaje al mercado del progreso para comprar en Nucho. Por lo general todos tienen la misma idea los sábados a la mañana y hay que bancarse de 15 a 30 minutos de cola. Y los precios no son baratos. Pero la calidad de la carne, las achuras y las preparaciones (milanesas, albóndigas, empanadas) lo valen. Nunca me ha dejado garpando. En los cortes de horno te dan el opcional de hacerlo mechado y condimentado, con la famosa mezcla de especias y cinzano. Nucho tiene un ejército de carniceros atendiendo el puesto y una segunda línea de martilleadores de milanesas a su disposición, y cada uno que me atendió me preguntó ‘cómo te lo corto’, ‘cómo lo vas a hacer’, aconsejando y asesorando, da gusto ver que se preocupan tanto por la calidad como por el resultado final. Se puede tarjetear, lo cual es un plus en situación de mercado.

Todo lo que venden es espectacular, NO pueden dejar de probar las albóndigas y las hamburguesas caseras.
La carne y las mollejas nunca fallan.
Lamentablemente dejaron de traer los chorizos rellenos con morrones que le hacían exclusivamente, una lástima!!!

Uno entra al Mercado El Progreso y sentís que estas en el lugar correcto.
Tal vez, para la gente de la zona es su mercado, para mi, que vivo en el limite sur de la Capital Federal,
ir al mercado es un paseo, o una misión, o ambas.
Generalmente, por culpa de un asado, termino en este imperio de la calidad.
Y hoy me toca hablar de NUCHO.
Quiero por el momento, no tocar el tema «molleja», ya que seria una obviedad, me voy a dedicar al VACÍO CON CINZANO.
La primera vez que me animé a esa aberración para los parrilleros tradicionales, me acuerdo volver a casa como un niño al cual le regalan su primer juego de magia, con la ilusión de sorprender a los invitados con un truco maravilloso.
Jamas revelo mis secretos, pero el vacio con cinzano es uno de ellos.
Las milanesas, las de peceto, son para comerlas mientras suena la Obertura 1812 del ruso Tchaikovsky
y dar en los golpes de cañon, un bocado y otro bocado.
Me da cosa abrirme con Ustede, lector, no nos conocemos, pero debo reconocer, que pocas veces, he llorado… pero tengo que confesar, que he llorado por las MOLLEJAS DE NUCHO.
El tipo, se auto proclama «EL REY», y yo grito al cielo que me gustaria estar bajo la tirania del Rey de esta glandula vacuna, SON ES PEC TA CULARES.
No tienen grasa, son perfectas.
Valen su peso en oro, o en pesos, pero si Usted quiere magia y que lo aplaudan con sinceridad y admiracion, invierta en mollejas, que son mas seguras que el peso.
Lunes a Sábados de 7:30 a 13 y 17 a 20:30.