Onix Club

El otro día un amigo me invitó a ver una banda de funk. Como estaba aburrido y «banda de funk» sonaba bien dije que sí raudamente. Sin embargo, ya de camino me enteré que el lugar donde tocaba la banda era en Recoleta ¡Ah, destino malvado que me engañas para que repita errores una y otra vez! No es que tenga nada particular encontra del barrio pero salir por Recoleta a la noche siempre es difícil: los bares están mal puestos, son caros y nunca pasan cosas muy genuinas.
Como ya era tarde para arrepentirme llegué a Onix Club y… era lo que esperaba. La entrada me salió 50 pesos y, como ya sabía del fin amargo de la noche, me dolió ponerlos. Adentro el lugar es una especie de sótano (digo sótano porque tenés que bajar una escalera para entrar) todo pintado de gris con un escenario pequeño y unas mesas (medio fuleras) para ver a la banda. Si preferís quedarte parado, hay una barra del otro lado. Por supuesto, el plan es quedarse sentado mirando a la banda y ni pensar en bailar: el lugar no invita. Es una mezcla rara de un bar de jazz con un bar de once al paso en donde todos se quedan sentados mirando la tele.
Los precios no ayudan. Hay coctelería clásica pero al precio de 878 o florería atlántico y… y bueh. Eso sí, venden cerveza de litro a 55 pesos, no está mal.
Repito, no es que tenga nada en contra de «la noche de recoleta» pero, bueno, no hay mucha noche en recoleta.

Onix es un bar donde podés tomar algo mientras disfrutás de escuchar alguna banda de jazz o funk en vivo. La verdad no hay tantas propuestas en la ciudad que te ofrezcan esta posibilidad, así que valoro el lugar sólo por esto.
Casi siempre tienen dos shows por noche: si vas al primero te sale un poco más, pero podés quedarte a ambos. Si vas al segundo vas a pagar un poco menos.
Nunca comí nada ahí, pero me gusta que su breve menú te ofrezca –además de pizza y picadas– buenas opciones de sándwiches y de ensaladas. Para tomar la propuesta es bien clásica. Al principio me daba un poco de miedo pedir tragos y me mantuve con cerveza. Pero después tomé confianza y pedí un Old Fashioned, y la verdad estuvo muy bien.
La ambientación es muy tranqui, pero me gusta que tienen cuadritos en blanco y negro con artistas emblemáticos del jazz. Si pueden mírenlos a todos, las imágenes realmente son excelentes.