Parque de la Memoria

Gran joya escondida de Buenos Aires. Este parque bien puede ser el mejor de su tipo en toda la ciudad. Espectacularmente diseñado, muy bien mantenido, y con una ubicación privilegiada, es un crimen no ir al menos a recorrer sus esculturas y el paisaje que ofrece.
El predio consta básicamente de un semicírculo contra el Río de la Plata que contiene una loma cubierta de césped bien cortado. Incrustada en la loma hay una sala de exposiciones. En su perímetro hay un paseo arbolado con bancos para sentarse a la sombra, y de cara a una balaustrada que limita directamente con el agua. La loma a las espaldas asegura un silencio y una paz impagables. «Pelado» y todo como parece, es un lugar fresquísimo para ir a tirarse en la sombra a respirar aire fresco de la costa, aún un día de sol de verano.
Diseminadas a lo largo y ancho del predio hay una cantidad de esculturas, la gran mayoría de buen gusto, conmemorativas del terrorismo de Estado que sufrió el país en los setentas. Al lado de la sala de exposiciones hay dos rampas con sendos murales en los cuales figuran inscriptos los nombres de las víctimas de ese período. El lugar es imponente y sobrecogedor, está muy bien logrado.
La ubicación lo hace algo incómodo para la mayoría de los residentes de Buenos Aires que quieran conocerlo a pie, pero bien se puede ir en auto, o tomarse un colectivo hasta la zona y terminar de acceder caminando, o llegar en bicicleta.
En definitiva, no hay excusas para no conocer este parque increíble, vivir su diseño, su contenido y su paisaje. Si además de eso lo podés disfrutar con unos mates o sentándote a leer en uno de sus bancos mirando al río, lo vas a estar disfrutando aún más.

Cuesta mucho hacerle justicia a este lugar porque creo que el mejor consejo que se puede dar es el siguiente: vayan, descubran, sientan.
Amigos me habían hablado del Parque de la Memoria y fuimos a pasear un rato la tarde de un sábado caluroso. Dentro del parque pareciera que el tiempo deja de pasar. Los niveles de ruido bajan notoriamente. La voz no te sale con la misma intensidad, moverse con naturalidad cuesta, se siente el peso de algo inmenso en los hombros. Y la vista es simplemente maravillosa. Agua, rocas, esculturas (interactivas también) y algunos carteles de señalización. Y nada más.
Es un lugar ideal para ir a despejar la cabeza, para pensar sin que nada se interponga. Es genial para leer o para estudiar y es perfecto para sacar fotos. Es perfecto.

Como me gusta ir pedaleando a este parque, si bien no es tan accesible como el resto si vas en bici por la bici senda de atrás de los lagos de Palermo, antes de llegar a Núñez, se divide el camino para ciudad universitaria cruzas el puente por encima de la autopista, q km mas y estas! Parece complicado? Nah te aseguro que un día que estés al pedo lo haces.
El parque es bastante grande, contiene un centro de exposiciones dentro que funciona hasta las 19 hs (al cual no llegue a entrar).
El mismo actúa como divisor en el parque que expone distintas obras de arte y monumentos.
Es ideal para ir a pasar el día, pero anda preparado porque para poder comprarte auque sea un agua tenes que alejarte bastante.

El parque de la memoria es uno de mis lugares preferidos de Buenos Aires, sin dudas y por más de un motivo. La primera vez que fui lo encontré de casualidad andando en bicicleta por la costanera, está un poco escondido y es difícil que uno lo descubra si no va ya con el dato de que está ahí. Esa primera vez quedé muy impactado por todo lo que representa como monumento a las víctimas del terrorismo de estado, es un parque memorial moderno y bello pero con muchos pequeños detalles cubriendo todo el parque alusivos al tema y a la historia de aquellos años, explorando las causas y consecuencias del desastre que vivió el país. El monumento central es más que impactante: enormes paredes con listas interminables de nombres de víctimas de la represión, ordenadas por año y alfabéticamente. No pude evitar recorrer la lista entera, miles y miles de nombres de punta a punta. Y no es sólo una pared con nombres, toda la estética del monumento es seria pero hermosa. Aunque ése es el central no es lo único. Se destaca especialmente una escultura en metal, enorme, con la inscripción «Pensar es un hecho revolucionario».
Lo que hace todavía más especial al parque es que, después de volver otras veces, uno llega a poder naturalizar su carácter de memorial a las víctimas para poder disfrutarlo simplemente como un parque, y esa es la magia particular del lugar, que tiene una energía increíble. Es, hasta donde sé, el único parque de ese tipo que tiene la ciudad frente al río, y es en mi opinión el lugar más lindo de la costanera para pasar una tarde jugando con chicos, tomando mate o simplemente durmiendo la siesta sobre el pasto mirando el río. Lejos de ser un lugar lúgubre, toda la vida que llena el parque es el mejor modo de recordar y tener presente una historia tan dura y tan pesada.

El Parque de la Memoria es un espacio dedicado a recordar las consecuencias del terrorismo de estado que tuvo lugar desde principios de los 70 en adelante.
Esta ubicado en la costanera, al costado de la ciudad universitaria, y consta de varios espacios diferenciados, al aire libre.
Hay varios recorridos para hacer; una plaza seca, otra con insertos verdes en forma de cuadros de formas rígidas. Un paseo por la orilla del río, un monumento que recuerda las victimas con nombre y apellido. Y las esculturas, como las Torres de la Memoria, o la reconstrucción del retrato de Pablo Miguez.
Este lugar a mi me resulta muy especial; si bien el motivo central que congrega no es para alegrarse, al recorrerlo, este Parque termina siendo una experiencia que aporta una energía positiva al espíritu. No apto para impresionables, recomiendo la visita.

Este lugar tiene una energía muy fuerte. Esta en Ciudad Universitaria que abrió para recordar en la memoria de la gente que desaparecieron desde 1976 a 1983 durante el dictadura militar. El parque esta muy lindo y lo terminaron en el año 2005. En el medio es un monumento a las victimas del terrorismo de estado con muchas piedras con los nombres de las personas que desaparecieron.
Es bastante fuerte este lugar pero me parece muy necesario y interesante tener el lugar donde podes ir a aprender, o pagar tu respeto al pasado y tomar un momento para pensar. Hay una hermosa estatua en el rió que conmemora la gente.
El lugar es muy amplio y verde. Podes pasar el día aca donde podes ver unas exposiciones de varios artistas que han creando su propio arte en homenaje a este época e idea.