Pedro Telmo

Irónicamente, los dueños de este bodegón de San Telmo son habitantes del barrio de Palermo. Pero claramente esto representa la gentrificación del barrio.
La historia refiere a que la propietaria del lugar, A.K.A. «La negra », casi que recibió de casualidad este lugar para hacerlo caminar de alguna forma.
Ella vendía vinos para la bodega Giol y un día a mediados de la década del 90 tuvo que empezar a hacer caminar Pedro Telmo. A La negra se le sumaron el hijo, el nieto y un grupo de amigos y empleados que hacen parte del folklore del lugar.
Con una carta tipicamente porteña. El lugar se destaca por ofrecer muy buenas pastas (les recomiendo la lasagna y los malfatti) y una pizza que es excelente.
También tienen interesantes empanadas, haciendo valer la ascendencia árabe de los dueños con unas fatay bastante interesantes. Junto con milangas varias, algo de carne, pesca del día según disponibilidad, ensaladas, y unos postres muy sabrosos; de los cuales puedo definitivamente darles mi aval con el tiramisú, un tremendo veneno.
Vale decir que ante todo es un lugar honesto. Por que definitivamente ya es casi imposible encontrar un lugar como este en Buenos Aires.
Lo digo por que te ofrecen lo que tienen, sin muchas vueltas y la verdad es que suele ser muy rico. A veces puede ser que el servicio se demore demasiado, incluso hasta poder exasperarte un poco. Pero lo podés pasar mirando los banderines, fotos, cuadros y ambiente del lugar .
Está en la parte externa del mercado de San Telmo, solo aceptan efectivo, y suelen estar hasta tarde.
PD: Pedirle a La Negra que te cuente la anécdota de Sábato y ponéte a charlar con Horacio, el mozo/​showman/​standupero del lugar.

En situación de emergencia en casa sin luz/​ascensor/​agua en alguna combinación desde hace seis días, decidí aventurarme por el barrio para comer algo.
Busqué lo menos gentrificado del barrio, y caí en Pedro Telmo, clásico bodegón en la parte de afuera del mercado (cada vez más gentrificado de por sí, pero eso es para otro review). Apenás me senté vino el dueño y me dice «estoy sin luz desde el martes, te puedo servir A. B o C nada más, entiendo si te vas». No pude menos que solidarizarme. Le pedí lo más fácil posible, me banqué la bebida a temperatura ambiente, compartimos números de reclamos del Ministerio de Planificación, y comí un plato muy digno dadas las circunstancias.
Lo mismo pensaron un matrimonio, una chica sola con su libro y un grupo de brasileños que priorizaron color local a comodidad.
La estrellita que falta es porque para lo que es la experiencia, está un toque más caro (agosto 2015: mila con fritas a caballo + agua 100 pe, que no es caro, pero en El Nacional sale 76)

Es difícil encontrar un lugar en San Telmo que no esté hecho exclusivamente para exprimir a los turistas extranjeros.
Pedro Telmo tiene buena comida. Los platos son ricos y abundantes.
Y ahí se me terminan los elogios.
La atención es muy descuidada, no están organizados, no saben lo que hay o no hay en stock en la cocina. Pedis papas fritas y te traen puré. Y a la cuenta te la hacen escribiendo en el mantel individual de papel (solo efectivo, of course. Hello AFIP).
El lugar tiene el aspecto de bodegón que pega con la estética del barrio y mucho mas de eso no se debería pedir.
El precio está bien. No iría con mas de 4 personas. Igual creo que no volveré.

Wonderful restaurant with extremely friendly staff. We tried the house lasagna with both red & white salsa, the bife de Cedillo and the pollo with mushrooms. Everything was tasty and a good price. They were short of bottled water and the coffee maker was broken. But they made up for that with charm and sweetness. It really felt like we were guests in there home.
The lady who served us sat right down at our table and took our order. She gave us all a hug and a kiss when we left.