Sembra se hace llamar bar de pizzas, pero tiene comida variada. Como buena principiante, la primera vez que fui con amigas pedimos unas papas a los cuatro quesos. Claramente, no son el fuerte del lugar. Estaban frias y tenían mucha sal. El lugar es agradable para ir en grupo, el ambiente es jóven y lo atiende su propio dueño. Hay música, onda rock nacional pero a un volumen promedio y se puede charlar. Nos sentamos en unos sillones que estaban medio destartalados, pero también hay mesas afuera. Es un clásico bolichin de barrio y lo saben, no tienen pretenciones de ser otra cosa. Con respecto a las pizzas, tienen una amplia variedad. La de fugazzetta me encantó. Además hacen calzones, empanadas y unos sandwiches en pan de pizza geniales. Recomiendo mucho el de jamón crudo que viene con rúcula y queso parmesamo. Lo malo: solo se puede pagar en efectivo. Lo bueno: los precios son moderados.