Toulouse

Sólo almorcé (varias veces), nunca cené.
Lindo ambiente. Original.
Bien atendido
Los platos en los menús son originales e interesantes.
El condimento creado por ellos para las papas rústicas es Muuuuy bueno.
La limonada también.
Porciones pequeñas. No vayas con mucho hambre y pidas menú del mediodía ;-)

Es todo bello, la fachada, el interior y los cuadros al alrededor.
Los platos son muy ricos, sabores diferentes.
Todos recomiendan la chcotorta, pero el cheesecake de maracuya es imperdible.
Para ir con amigos o en pareja.

Si te gusta el arte, la rica comida, y tenes ganas de ir a comer a un lugar distinto, Toulouse es una excelente opción! Ideal para quedar bien en una cita o darte un gusto con tu pareja.
Hay muchas cosas que llaman la atención de este restaurante, asique voy por partes.
La ESTÉTICA: es una especie de casona antigua totalmente remodelada y con un toque artístico en cada rincón. Las paredes blancas están adornadas con cantidad de cuadros, o sino, salpicadas con pinturas de colores. Las mesas y sillas parecieran ser recicladas y muy originales! Mi parte favorita, el patio interno, donde los sillones son de tela blanca salpicada como las paredes y se come a la luz de las velas, romance por mil.
La COMIDA: Las opciones del menú son muy originales, toda comida de autor, productos de primera calidad, presentaciones increíbles (no podía ser de otra forma), la cocina está a la vista de todos los comensales y los precios, si bien son algo elevados, son acordes a la experiencia en su conjunto. El lomo envuelto en panceta con volcán de papas y el salmón estilo japonés no tienen desperdicio!
La ATENCIÓN: Si hay algo que no sentís, es que seas un cliente mas. La atención es super personalizada, los mozos muy educados, simpáticos y atentos, siempre dispuestos a recomendarte o explicarte los platos. Lo que me dejó maravillado, es que EL MISMO CHEF te trae los platos, te explica lo que tienen y luego pasa para ver si estuvo a gusto!
Definitivamente volveré, y si tenes ganas de una experiencia gourmet sin que te arranquen la cabeza, deberías ir sin dudarlo!

El lugar es lindo y la ambientación muy artística: cuadros colgados por todos lados.
La merienda que probamos no es nada del otro mundo. Pedimos café con leche con tostadas. El café no era muy rico y las tostadas (4 super chiquitas), eran normales. Por el tamaño de las tostadas, nos sorprendió la cantidad de dulce de leche y queso que nos trajeron: un montón.
En otra mesa vimos 2 platos que sí parecían tentadores. Si vuelvo, va a ser para probarlos!

Fuimos con mi novio invitados por el dueño, ya que por el trabajo de el, envía mucha clientela al resto.
Fuimos el domingo al mediodía y había menú pseudo brunch como lo llaman ellos. La verdad nos sorprendió! El ya había tenido muy buenas críticas por parte de los huéspedes del hotel en donde trabaja que habían quedado muy conformes con la comida del lugar y nos tocaba probarla a nosotros!
Porciones generosas! Pedidos la hamburguesa de cordero que viene con una papas bien condimentadas en pimentón dulce crocantitas y un pan muy rico casero, bastante gusto la hamburguesa, ni hace falta agregarle nada.
Por mi parte pedí un sanguche de pollo grillado con tomates secos, Rucula y también venia acompañado de las papas y el mismo rico pan!
Para compartir de entrada huevos revueltos, los mejores presentados que vemos hace rato, venían con 3 tostadas, 5 fetas de salmón ahumado y por encima de loa huevos pimentón dulce y algo mas! Muy ricos!
De tomar limonada de menta y jengibre, buenísima!
De precio están bien! Dentro de lo que esta esa zona y hasta quizás un toque mas barato
Se que por la noche cambia la carta! Ya iremos a por ella

Cinco estrellas sin dudarlo! Menu recontra gourmet a precio razonable. Excelente atencion, y todo delicioso, abundante y bien presentado.

Toulouse en un bar, es un restaurant y también es un atellier.
Hace un tiempo lo veo desde el bondi y me llama la atención por su frente todo chorreado de mil colores. Ayer en un bache pase.
La decoración del lugar es todo y me da mucha pena, pero creo que ahí se queda.
El lugar es una casa antigua hermosa en la que quiero vivir. La ambientación es bastante polémica y creo que va a despertar amor/​odio. Mesas y bancos hechos con pallets. Paredes blanquisimas, pero llenas de cuadros de todos colores. Lámparas de vidrio con estilo modernos. Sillas hechas con materiales de demolición (asumo) y almohadones blancos con pintura chorreada también. Los muebles no dan ambiente hippie ni rústico como uno pensaría si te dicen pallets. Bien lejos de eso.
Tema baños: creo que fueron muy lejos con la pintura de colores en la decoración chicos.
Hay dos espacios adentro ya que la casa es una ele y, aunque esta comunicada queda un espacio bien amplió a la entrada y otro más angosto hacia atrás donde hay una barra todo a lo largo.
Tiene un entrepiso que es el atellier donde se veía gente trabajando en pintura.
Afuera hay un patio MUY lindo con enredaderas, lámparas de colores y mesas.
El lugar ofrece almuerzos, cenas y opciones de desayuno y merienda. Fui a la tarde y solo me dieron la carta de meriendas por lo que no se que ofrecen.
Meriendas opciones típicas: medialunas con jyq, tostados, budines…
Tienen dos promociones una de café y medialunas y otra de limonada y tostado ambas por $ 50. Elegí la segunda opción.
Estaba bien. Pero eso, bien. La limonada rica, pero nada guau y el tostado medio pelo. Bastante mayonesa (no m gusta) sándwich de miga simples. Estaba bien, pero nada para destacar.
La atención fue buena.
Quiero volver por la comida, salir chocha y poner 5 estrellas porque creo que el potencial para ser algo distinto y muy copado lo tiene.