Único en su especie. Hacen todo con aceite de oliva, ademas de vender el aceite mismo en sus diferentes variedades. Lo mejor son unos muffins de espinaca con parmesano que no se pueden creer. Y hacen, en el momento, sándwiches en pan de aceite de oliva con unas combinaciones exquisitas. Y el pan tambien lo venden solo, ideal para una picada. Hay dátiles, aceitunas y esas cosas.
Olivia A.
Rating des Ortes: 4 Washington, DC, Estados Unidos
Pasé varias veces por la cuadra de Un mundo aceitado, pero nunca llamó mi atención. En la vidriera hay variedad de alimentos: aceitunas, hummus, ensaladas. Imaginé que sería un lugar de venta de comida por peso hasta que un día llegó a mis manos un libro de Narda Lepes con un listado de lugares imperdibles. Quería conseguir buen aceite y hacia ahí me dirigió Narda. No solo encontré buen aceite si no también encontré una yerba orgánica, la obereña. Fue una sorpresa para mí porque esa yerba me la había traído un amigo de Misiones y me había encantado pero no había logrado dar con ella en Buenos Aires. Entré a mundo aceitado por el aceite y me fui también con la yerba que hace tanto buscaba. Resultó ser que vendían la yerba porque la cosechaba un familiar de los dueños. Todo tiene una pinta tremenda. El hummus todavía no lo probé pero lo haré en cualquier momento. Es un lugar cálido porque lo atienden sus propios dueños, de hecho la hija a veces suele andar correteando por ahí. Eso lo vuelve un lugar de confianza y que uno sabe que es casero. Así que un lugar que pasa desapercibido pero está lleno de gratas sorpresas.
Mariana K.
Rating des Ortes: 4 Buenos Aires, Argentina
El día que descubrí «Un Mundo aceitado» a unas cuadras de mi casa fue sentir como si hubiese descubierto la pólvora. Este lugar es un muy buen hallazgo, un local pequeño con una gran vidriera/ventana que da la calle. Cuando uno se asoma, termina pegado al vidrio, admirando– y casi salivando!- todos los productos gourmet que flotan tranquilamente en aceite de oliva del mejor. Su dueño, Esteban, siempre está sonriente y es muy amable a la hora de hacerte recomendaciones. Todos los días al mediodía hay tartas de verduras con semillas, bruschettas, fideos salteados, arroz yamani, muffins de espinaca rellenos con queso y promociones para la hora del almuerzo. Además podés llevarte aceitunas negras o verdes ¡enormes!, o probar los quesitos olivados, el antipasto que es una maravilla — bocconcinos, tomates secos, albahaca y demases– o probar los ajos confitados que te van a sorprender. Otro producto que no podés dejar de probar son los panes, vienen en distintos tamaños y se nota que todos tienen una cantidad enorme de aceite de oliva que hace que sean adictivos. Algunos a veces tienen tomates secos. Pero los reyes del lugar son los sandwiches que te ofrecen. Vienen en pan olivado y son una delicia. Las opciones están en un pizarrón con los nombres para pedirlos. Mis preferidos son el «Alexander” — que viene con queso parmesano y «Nadia» — bien italiano con bocconcinos y tomatitos secos. Además en «Un Mundo Aceitado» podés comprar aceite de oliva para llevar por litro. Tienen varios tipos orgánicos, algunos más fuertes que otros. A mi me encanta el Arauco — con un sabor picantito que puede transformar tus ensaladas increíblemente. Si no te decidis por un aceite en particular, podés probar los pancitos saborizados con aceite que hay a disposición de los clientes. Una buena manera de tentarte. Para los golosos, ¿me llamaron?, hay dátiles, frutas secas, canela, galletitas de avena y pasas(increíbles) y a veces hacen budincitos de zanahoria y manzana. «Un Mundo Aceitado» es uno de mis lugares gourmet preferidos.