Ufff, cuántos recuerdos de mi niñez me trae la heladería Verona. Cada vez que salíamos a caminar con mi mamá por el centro del barrio, nuestro paseo terminaba con un rico heladito de este comercio histórico, aún atendido por sus dueños. Dentro de mi inocencia, amaba ir a tomar agua del bebedero, porque era una de las pocas heladerías que lo tenían. En ese momento, era INDISCUTIBLEMENTE el helado más rico de Caseros y alrededores(y también el más caro, febrero 2016: $ 60 el cuarto). Con el correr de los años, el helado(artesanal y de elaboración propia) siguió siendo delicioso, pero la competencia fue emparejando su calidad. Ahora, no voy tan seguido como antes, pero me sigo sintiendo una niña cada vez que entro. El local, ubicado en la esquina de Avenida San Martin y Belgrano, es chiquito y tiene un par de mesas adentro y otros banquitos afuera. Ojo, a la tarde le da el sol de lleno. El dulce de leche granizado de Verona LAROMPE. Es en la única heladería que pido este gusto. Fan total.
Vero M.
Rating des Ortes: 4 Buenos Aires, Argentina
Es la heladería clásica de la zona, y la que tiene helados más ricos! De elaboración artesanal, todos los gustos son muy sabrosos. Imperdible la Tramontana y el dulce de leche granizado. Los precios son un poco elevados comparados a otras heladerías de la zona, pero lo valen. Por ejemplo el ¼ sale $ 60. Está en un esquina, en la zona comercial de Caseros, hace más de 30 años. En temporada abre todos los días, y cierra unos meses en invierno.
Federico P.
Rating des Ortes: 4 Buenos Aires, Argentina
Todos tenemos esa heladería que se transformó en el punto de encuentro cuando éramos chicos, cuando tomar un helado era un evento social. Bancos largos en la puerta, bebedero y canilla de acero inoxidable para lavarse las manos, servilletas que no limpian, porta cucuruchos de colores, una heladera con postres helados(que nadie pide) y los dueños de siempre, los cuales son capaces de recordar tus gustos preferidos. La calidad de Verona es intachable, siempre fue el estándar de Calidad en Caseros. Todas las heladerías se miden con esta vara, tanto en precio(que historicamente fue elevado) como en el sabor. Se toman el 123 que los deja cerquita, piden la crema tramontana y después me cuentan.