Art Deco

Es superduper lindo conocer lugares nuevos (aka que no conocías antes, o sease nuevos para vos) y más cuando son eventos superduper cool como lo fue el Retro Gamer Festival organizado por la gente de Super Batata Retro. Pero, le caben 2 estrellas. Les paso a explicar el motivo por el cual digo esto.
Art Deco suele ser alquilado para fiestas de todo tipo y, además, suele funcionar como restaurante y cafetería. El edificio en sí no es muy agraciado. Está deteriorado por dentro (la pintura está descascarada en varios sectores del techo), se nota que necesita una «lavada de cara».
Lo bueno es que es amplio y tiene dos secciones unida por un pasillo (donde se exhiben mostradores de panadería y heladeras con diferentes tipos de bebida).
Apenas uno ingresa, lo recibe un gran salón que se extiende hacia la derecha por varios metros. En la parte central de este salón hay un mini escenario y también están los baños. En este espacio estaban todos los stands de remeras, gashapons, chucherías super otaku, cupcakes, etc.
De la entrada hacia la izquierda, está el pasillo que menciono anteriormente y, luego, otro salón/​tipo cochera de gran amplitud. Aquí se ubicaron todas las consolas retro (obvio que había arcades pero no pude probar ninguno porque siempre había gente esperando –me hizo acordar cuando se dejaba la ficha en la pantalla para avisarle al jugador que después seguías vos-​), los desarrollos locales de videojuegos como el stand de Balancity, el de 3OGS [con sus juegos de Realidad virtual y el Shape Factory]. Al fondo de esta especie de cochera había otro escenario, el cual fue testigo de varias bandas [desde los grosos de On The Ground, Yukai Generation, Gluko Lin (música chiptune, 8-​bit), etc.
El evento fue interesante, una lástima que el día les jugó un poco en contra. Pero el establecimiento la verdad no estaba a la altura (y honestamente no lo recomendaría para organizar este tipo de fiestas otaku/​gamer/​nerd). Encima hubo problemas por el tema de la habilitación de sonido y molestaban a las bandas en el momento en que estaban tocando.

Un poco dificil reseñar el lugar, ya que de por si el edificio es bastante fiero, le faltan unas buenas manos de pintura, mas luces, mejorar la corriente de aire y que la comida sea mejor, pero las veces que fui eran eventos que no tenian que ver con el lugar (fiesta de 15, CAF, Super Batata Retro) y en si eran divertidos y llegue por el evento en si y no por Art Deco.
Sin mucho mas para decir solo que la ubicación es comodo por ser una zona centrica y que seguire llendo a muchos mas eventos nerds y ñoños a disfrutar la tarde.

Fui anoche con un grupo de amigos a la fiesta bubamara, genial… Divertidismo para ir en grupo! El lugar es enorme y se lleno bastante. Tiene una parte de fumadores del otro lado de la pista. Negativo: bebidas caras, te conviene juntarte antes a tomar algo y que ahi sea mas tranqui. Otra cosa es que es un lugar sin buena ventilacion. Igual, se repite salida porq es muuuuy divertido! Conviene no ir muy tarde!!!

Este restaurante — bar con show es un hermoso lugar gastronómico donde se puede consumir y disfrutar a la vez de espectáculos en vivo de artistas muy reconocidos. Esta ubicado en la zona céntrica donde hay muchos lugares nocturnos alrededor. Tiene una linda e imponente fachada justo en la esquina. El lugar cuenta con 2 pisos. En la planta baja esta el lugar principal, un gran salón con amueblamiento, y un escenario al fondo. En el segundo piso hay un ambiente mucho mas tranquilo e intimo. Acá se encuentran los baños públicos. Este espacio realiza todo tipo de eventos y shows con una gran asistencia del publico. Es posible alquilar el lugar para llevar una fiesta privada, con servicio de catering, cocina y personal altamente especializado. También es un sitio donde se ofrece espectáculos temáticos, como la fiesta bubamara, donde se exhiben música y elementos relacionados con la cultura balcánica. Los precios no son económicos.

Tuve la mala experiencia de haber ido dos veces a eventos que estuvieron separados por once años entre sí. La primera vez en 2002, cuando fue la cena de egresados de mi hermana. La segunda vez, en 2011, al casamiento de un pariente político. La experiencia fue una peor que la otra. El servicio es muy caro para lo que ofrece a cambio. La comida no está mal, pero tampoco es de otro mundo. Y hay que esperarla una eternidad. Aparecen los mozos haciendo malabares y payasadas que uno a esa altura ya no está de humor para apreciar. Después traen… la entrada. El primer plato se demora la misma cantidad de tiempo que uno estuvo esperando la aparición de los mozos. Es una porción insignificante. Y si uno pide otro plato –que lo hice, en ambas ocasiones– te miran con asco, como si fueras un desubicado que no pagó una tarjeta cara para comer bien y te lo traen de mala gana como una hora y media después. Los postres no son tan mezquinos pero llegan cuando uno ya no tiene ganas de nada. La bebida, sí, hay a montones. El problema es que todo el mundo toma por aburrimiento mientras espera la comida y después terminan borrachos creyendo que fue un fiestón. La última vez que fui, juré no volver nunca más y contar la experiencia apenas tuviera la oportunidad. Acabo de cumplir esa promesa. Por cierto, el nombre es totalmente gratuito, ya que de Art Decó no tiene nada.

Art Deco es un bar histórico de la Ciudad de Córdoba. Un salón inmenso, con grandes mesas redondas. Años desayunando en ese viejo bar. Lugar elegido por partidos políticos, gremios de distintos rubros, organizaciones sin fines de lucro para juntarse a debatir o realizar reuniones de distinta índole. Tuve la suerte de presenciar varios debates y escuchar a muy buenos oradores.
Lugar de innumerables reuniones de trabajo, matinales de grupos de ventas de grandes multinacionales o de solitarios vendedores.
Art Deco tiene historia y solo las paredes saben cuántos personajes de Córdoba o de quien sabe que origen han pasado por ese viejo bar.
Recuerdo a un joven cantautor español cantando su música frente a unas cuantas mesas. Hablándonos como si nos conociera entre tema y tema. Y compartiendo la historia de un político que se enamora de una estudiante de secundaria. Ismael Serrano que le dicen.
Y de vez en cuando, Art Deco se pone caribeño y al compás de la salsa y la bachata, le pone onda a la noche. Se arma el escenario, se juntan las parejas, la música se enciende y el ritmo caribeño inunda el lugar.
Todo eso es Art Deco, no solo un buen lugar para desayunar o almorzar.

Este establecimiento es de lo mas versátil, entre semana funciona como resto bar, y se que al mediodía sirven menues, la verdad que nuca he ido en ese horario pero si pasado por la puerta y siempre se ve movimiento. Pero si he ido para los eventos nocturnos, suelen hacer fiestas temáticas, una muy importante e itinerante que hacen una vez al año es la BUBAMARA, que es una fiesta balkanica que también se hace en buenos aires y en otras provincias.
En una ocasión fui porque tocaba una banda de salsa, en córdoba hay mucha gente que baila ese ritmo, por momentos mirabas alrededor y parecía que estuvieras en otro país, todo el mundo bailando y entre ellos los que realmente saben del tema que es todo un espectáculo, hombres de camisa floreada, zapatos de charol blancos y mujeres despampanante dando miles de giros en esos enormes tacos, metida en el medio de un pseudo campeonato de baile latino.
Lo único feo es que mientras transcurríà la fiesta se seguía vendiendo comida y al parecer no tenían una buena ventilación porque todo el olor estaba en el salón

Bitácora del caminante y arquitectura con estilo
Gracias a las caminatas a las que hoy estoy aficionado, pude descubrir esta zona de la ciudad de córdoba que rememora a toda esta arquitectura exquisita y por sobre todo sintética, mostrando en líneas simples, las cornisas que antes se veían tan ornamentadas y otros detalles como de goterones y pilastras, hoy utilizado como bar restaurante, hacen a este perfil de la ciudad perfectamente de estilo ART-​DECO una de las zonas de gran potencial, pero poco cuidados y de poco interés por los que hoy en día en la ciudad gobiernan, que en este caso son los inversionistas, que sin lugar a duda dan rienda suelta a sus ambiciones de densificación a cambio de remuneración económica (multimillonaria), sin más en la actualidad sigue existiendo este mágico lugar en el que se da lugar la cultura, agrupando bandas, grupos de teatros y gente que desea dispersión, ofreciendo los servicios de un bar de época, con cervezas, vinos y las clásicas pizza mozzarella, haciendo este lugar, altamente recomendable para conocer, no solo por el intercambio que en él se produce, sino también por la carga cultural arquitectónica que este posee.-

Me toco venir varias veces a comer al mediodía porque la empresa donde trabajaba tenia acuerdo para un menú. Creo que es lo único porque venía a este lugar.
Al principio era solamente llegar, sentarse y esperar que la moza llegara y te ofreciera los platos del día, que incluían bebida y postre. Hasta ahí nada mal. Después con el pasar de los días sentís que comes ahí por gula y no porque te brindan un plato rico, además de que te enteras que es un boliche bailable durante las noches, y entonces no empieza a gustarte.
La decoración es tirando a que es un lugar que tiene sus años, lo sentís desde que tiras esa puerta de la entrada que es hiper pesada, pero sufrió las renovaciones necesarias para que el local pudiera brindar sus servicios.
Creo que si necesitas salir del paso por algún motivo, puede convertirse en una viable opción, pero si podes ir a otro lado, no lo dudes.

La primera impresión que uno tiene al entrar a Art Deco es la de haber retrocedido unas décadas en el tiempo y estar en algún bar restaurante con sus años de gloria por los 80 pero hoy un poco venido a menos. Mesas, sillas e incluso manteles dan aspecto anticuado.
La atención es buena, y en el lugar normalmente tienen varias opciones de menú del dia. Todos los platos vienen con gaseosa y postre lo que está más que bien para un almuerzo en horario laboral.
La comida es muy buena, y a la hora de pedir el postre, el flan o el budín de pan, si están disponibles son las mejores opciones a mi parecer.
El lugar está bien para un almuerzo entre amigos, pero no lo recomendaría para llevar clientes, o a alguna señorita ya sea actual o futura pareja.
Cabe aclarar que este mismo lugar se usa en fines de semana a la noche como salón de fiesta o lugar bailable, por lo que los baños por ejemplo son los de un recinto bailable, no son lo mejor del lugar claramente.
En fin es un lugar si se quiere comer buena comida, pero no se tiene demasiada exigencia en cuanto al aspecto del lugar. Ah detalle, normalmente se paga en la caja, no te cobran en la mesa (curioso mecanismo).