Buttis

Uno de los menus mas cancheros que probe. Tienen una salchicha alemana en pan baguette que MAMA MIA!
El lomito es igualito al que te harías vos en tu casa.
De una estetica divina, Buttis es el típico Restó igual a todos, pero unico en su impronta. Calidad en la comida y en la atención.
Tienen 2×1 hasta las 21hs.
Volver siempre.

Voy a calificar este Resto/​Bar como Bar, debido a que sólo fui a tomar algo.
El local es muy bonito y comodo, sobre todo si se desea estar afuera, ya que está ubicado en una zona agradable.
Las bebidas estan bien preparadas y no les mezquinan ningun ingrediente.
Los mozos son amables; aunque no sé por que lo que pedimos tardo mas de 20 minutos. Consistia en un trago (bastante simple) y una cerveza.
En cualquier otro lado hubiesen tardado 10 minutos teniendo en cuenta que el local no estaba repleto y la mayoria ya tenian sus pedidos en la mesa.

Estuve en Buttis hace un par de semanas cenando con unos amigos, fue un martes de tormenta era de esperar que haya poca gente.
El servicio muy bueno, la gente que atendía muy amable y atenta y mucha rapidez a la hora de traer los platos.
Pedimos unas pizzas, que después descubrimos que eran pizzetas y que salían 90 pesos!!!
muy ricas (la de hongos ganó) pero necesitábamos más.
Pedimos también unas papas rusticas con queso para compartir, ricas.
El lugar esta muy lindo, y hay un muy buen ambiente, hubiera preferido que el televisor con los desfiles de Victoria Secret no estuviera tan presente, pero se que para otros era una agradable distracción.
Conclucion: es un sistio agradable para salir a comer algo y compartir con amigos, ir preparados, porque no es lo mas barato del mundo. El servicio y la buena onda de los mozos es lo que se lleva el premio

En una visita fugaz a la ciudad de Córdoba tuve la oportunidad de ir dos veces a Buttis, la nueva propuesta gastronómica de la Recta Martinolli. La primera vez fue una calurosa noche de jueves y la siguiente una noche de lunes tormentosa. Si bien la diferencia de gente fue notoria (lleno contra casi vacío), la atención y la comida fueron excelentes en ambas ocasiones.
Buttis está ubicado en una esquina que quedó horrible luego de la caída del bar que la ocupaba. Los dueños del actual bar/​restaurante logaron transformarla en un lugar increíble, un oasis en la zona. El lugar tiene una decoración podríamos decir que hippie chic con muebles «reciclados» y diferentes, muchas plantas tanto afuera como adentro (inclusive en el baño), pizarras y diferentes toques muy copados. Tiene lugar al aire libre descubierto, una galería y el salón principal.
La carta es concisa pero cumplidora. Ofrece tablas variadas –incluyendo una opción francesa y una alemana– cositas para picar calientes (la tabla de calentitos con rabas, pollo rebozado y milanesitas de mozzarella es muy buena), sándwiches (el panchazo es 10 y las papas excelentes), brusquetas y ensaladas. Además, ofrece postres tradicionales. En cuanto a las bebidas, Buttis cuenta con los tragos de moda, jarras de limonada y un par de marcas de cerveza. Un detalle, cuando pedís cerveza te dan maní en paquetito.
Los precios son muy buenos. Tres sándwiches con papas fritas y dos cervezas costó alrededor de 240 pesos.
La atención de los mozos es bastante buena. Me gustó que nos consultaran si teníamos alguna crítica u opinión para que mejoraran el lugar porque abrieron hace poquito y fueron muy receptivos a los detalles que le nombramos, como que los bancos de afuera serían más cómodos con almohadones.